【Este libro contiene pequeños cortos sobre el ship shadowpeach de Legó Monkie Kid, basadas en pequeñas ideas que se me ocurren o me puedan compartir, o incluso sacando ideas de películas o series.
En fin espero que lo disfruten, así como yo disfrut...
Se miraban intensamente, muy atentos a las acciones del otro, Wukong llevaba casi diez minutos tratando de colocarle una camiseta a Macaque, quien gracias a uno de sus tantos tesoros, ahora era un niño de seis años con demasiada energía y con muchas ganas de provocar caos
Sinceramente ya había perdido la cuenta de cuántos desastres habían ocurrido solo por sus tesoros... Tal vez debería deshacerse de ellos si no iba a organizarlos o ponerlos en un lugar más seguro
Sep, debería hacerlo antes de que la paciencia de su luna se agote y decida abandonarlo por irresponsable.
—Liu'er por favor, quédate quieto— suplico, hace rato que trataba de ponerle algo de ropa, ya que no encontraba correcto que el pequeño anduviera desnudo.
Ese pequeño negó con la cabeza varias veces.
Wukong suspiro y miro hacia otro lado, una idea formándose en su cabeza.
—No puede ser, Mihou ¡Mira, una ciruela!— apuntó hacia un lado, a lo cual el mencionado miró instintivamente, fue entonces cuando el rey aprovecho para deslizarle rápidamente la camiseta —¡Ja! ¡Punto para mí!—
El azabache lo miro con una expresión de traición.
—Ya, ya, tranquilo, te conseguiré una ciruela de verdad— le acaricio la cabeza.
De repente el sonido de un jadeo de sorpresa llamó la atención de ambos monos, MK estaba en la puerta.
—No... No puede ser— su mirada iba y venía entre el rey y la sombra —¿Cómo pudiste ocultarme esto?— le preguntó a su maestro, medio ofendido —¡Se ve tan lindo!— exclamó, sacando su celular entusiasmado.
—Kid, yo no haría eso si fuera tú— advirtió, pero ya era tarde, el castaño ya le estaba sacando fotos al más pequeño.
—¿Por qué n...?— no pudo terminar la frase porque Macaque se le había lanzado, tratando de morderlo —¡Aaah! ¡No! ¡Monkey king, ayúdame!— grito, sacudiendo su pierna, la cual estaba siendo mordida por el mini Macaco.
El pardo no pudo contener la risa ante tal escena, se acercó a ellos y con cuidado sujeto al azabache, separándolo de su sucesor.
—Solo tiene hambre— explico, caminando hasta la mesa con Macaque en brazos, saco una ciruela de la canasta de fruta y se la entrego al menor, quien ya confiaba en él, así que se la comió sin problemas.
—¿Cómo es que esto pasó?—
—¿Tú cómo crees?—
—¿Tesoros?— intento adivinar.
—Si—
Mientras ellos hablaban, el mini guerrero los ignoro mientras comía lentamente su preciada ciruela, manchándose las mejillas con su jugo.
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¿Qué tal estuvo?
En fin que tengan un buen día, tarde o noche, no olviden dejar su estrellita y algún comentario si les gusto.