【Este libro contiene pequeños cortos sobre el ship shadowpeach de Legó Monkie Kid, basadas en pequeñas ideas que se me ocurren o me puedan compartir, o incluso sacando ideas de películas o series.
En fin espero que lo disfruten, así como yo disfrut...
Era de noche y los únicos despiertos frente a la fogata eran Sun Wukong y el desconocido que ahora era conocido como Liu'er Mihou.
—Entonces...— comenzó a hablar el mayor después de un rato en silencio —escapaste de un matrimonio arreglado y los seguidores de tu esposo te buscan solo para quitarte a tus hijos— apuntó su vientre, antes de continuar con voz suave y preocupada —para luego matarte por traición...—
—Y ustedes están en un viaje para entregarles unas escrituras a Buda— contesto el azabache con un deje de curiosidad en su voz.
—Vaya...— murmuraron a la vez.
—¿Te gustaría acompañarnos...? Te mantendría a salvo— propuso jugando con sus manos.
—... ¿Puedo?— preguntó con una mezcla de anhelo y duda en su voz.
—No veo porque no— contesto con una sonrisa cálida y alentadora.
—Bueno, si ese es el caso... Creo que podría—
—¡Genial!— exclamó moviendo su cola con entusiasmo —te divertirás, te lo prometo—
Sus miradas se cruzaron por encima de las llamas de la fogata, el rey sostuvo la mirada un momento más de lo necesario, con una sonrisa cálida en sus labios, el domador sintiendo un repentino calor en sus mejillas, bajó la mirada, pero no pudo evitar volver a alzarla, encontrándose nuevamente con esos ojos que parecían prometerle seguridad y algo más.
—Si tu lo dices— se rasco la mejilla nervioso por el entusiasmo del contrario y por algo en su interior que no podía describir.
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El viaje continuo sin problemas, todos aceptaron que Mihou viajará con ellos porque a parte de que sería de ayuda con sus portales, parecía mantener a raya al sabio y por otro lado no podían abandonarlo después de saber su situación.
—Son estúpidamente cursis y siquiera se dan cuenta— escupió el cerdo envidioso.
—Yo los encuentro lindos— contesto el descendiente de dragones.
—Déjenlos en paz— hablo el espíritu del río.
Mientras tanto ambos primates estaban en su propio mundo.
—Toma— le extendió un par de lilas —me recuerdan a ti— agregó con un sonrojo.
—Oh, gracias— murmuró sorprendido, mientras agarraba las flores con una sonrisa, nunca antes había recibido flores —yo no tengo nada para ti...—
—Tu sonrisa es más que suficiente—
El de seis orejas se sonrojo como un tomate y miro hacia otro lado.
—Te... Te conseguiré algo mejor—
—Lo estaré esperando— no le importaba si no recibía nada, pero le emocionaba un poco saber que podría darle, su imaginación voló haciendo que su cola se meneara.
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¿Qué tal estuvo? Espero haya sido de su agrado, las otras dos partes se publicarán mañana.
En fin que tengan un buen día, tarde o noche, no olviden dejar su estrellita y algún comentario si les gusto.
