La primera, la última, la única (+18)

2 - Perdóname

JUNGKOOK

Angie era muy divertida, de verdad quería que fuera mi amiga, además debía aceptar que haber estado con ella fue magnífico y quería repetirlo, pero no lo diría porque antes que todo estaba mi caballerosidad.

Luego de prepararle pancakes para el desayuno le ofrecí llevarla a su casa o a donde lo necesitara, ella me había llevado a mi casa por la noche, yo podría hacer lo mismo por ella.

Jk: y bien Angie, ¿a dónde te llevo? - pregunté al ver cómo tomaba sus cosas.

An: no hace falta que me lleves a ninguna parte, vivo cerca, así que puedo irme caminando - habíamos llegado a casa en mi auto, por supuesto ella condujo, así que no dejaría que se fuera sola.

Jk: por favor déjame hacerlo, tú me trajiste sano y salvo, creo que lo justo es que ahora yo te lleve - le sonreí porque me sentía orgulloso de seguir siendo un caballero... Un caballero que le había dado la cogida de su vida.

An: si estás intentado saber dónde vivo no te va a funcionar - yo no había pensado en eso, pero definitivamente ahora tenía curiosidad por saber qué tan lejos o cerca vivía de mi casa.

Jk: no jajaja sólo quería tener un buen detalle con la persona que me trajo a casa, además de que me diste una gran noche, es mi forma de sentirme menos mal por haberte utilizado - su cara de fastidio no se hizo esperar.

An: ¿sigues con eso? Ya te dije que no lo hiciste, en todo caso la que debería sentirse mal debería ser yo, tú estabas ebrio, eso hace pensar que me aproveché de ti, ¿no es así? - viéndolo de esa forma tenía sentido.

Jk: tienes razón, la mala aquí eres tú - los dos comenzamos a reírnos, de verdad parecía que compartíamos una misma neurona y eso me gustaba.

An: ¿lo ves? Es absurdo de ambas partes decir que uno o el otro somos culpables, así que dejémoslo en un empate... En fin, me voy Jungkook, gracias por lo de anoche y espero que de verdad no regreses con esa mujer, créeme que quien no sepa valorar lo bueno que eres en la cama, no vale la pena - de dio un beso en la mejilla y se fue.

No me preocupaba no saber dónde vivía o incluso no haberle pedido su número de teléfono porque sabía perfectamente bien dónde encontrarla y claro que la buscaría.

Se supone que debía abrir mi estudio de tatuajes esa tarde, pues tenía varias citas, pero las cancelé todas, estaba muy cansado, tenía resaca y el corazón roto, así que elegí quedarme en casa intentando dormir, sin embargo, no pude hacerlo ya que mi ex y Angie no se iban de mi cabeza.

Cuando me levanté de la cama para prepararme algo de comer escuché que alguien estaba abriendo la puerta de la entrada.

Jk: debe ser una broma - dije saliendo para evitar que pasara del jardín - ¿qué haces aquí? - pregunté en un grito.

Ex: tenemos que hablar - clásica frase de alguien que quiere dejarte o intentar que la perdones y ya imaginarán cuál era la razón por la que estaba ahí.

Jk: no, creo que no es necesario, ya dijiste todo, de verdad lo entendí, bueno, todo lo que podía entenderse entre los gemidos que ese "verdadero hombre" te robaba, pero me quedó claro... Y como creo que a ti no te queda claro que ya no somos nada, dame las llaves de mi casa, porque no quiero que vuelvas a entrar aquí como si nada... Como si no te hubieras revolcado con un desconocido nada más para que te mostraran cómo se trata a una mujer - quise quitarle las llaves de la mano, pero las alejó.

Ex: no Kookie, lo nuestro no puede terminar así, no puedes terminar dos años de relación así de la nada - ni siquiera valía la pena enojarse por lo que estaba diciendo.