La primera, la última, la única (+18)

14 - Adopción

JUNGKOOK

Luego de pasar demasiado tiempo bromeando sobre el tamaño de mi zona más prohibida, invité a Angie a cenar, aunque ya nos habíamos disculpado y todo estaba bien otra vez, tenía la necesidad de compensarla con un detalle lindo, así que la llevé a un restaurante a las afueras de la ciudad y que tenía vista a la ciudad porque estaba en un punto bastante alto.

La pasamos muy bien, nos reímos, hablamos de demasiadas cosas de nuestras vidas y con eso logramos conocernos aún más, nunca había hablado de mis sentimientos de una forma tan profunda con alguien que no fueran mis amigos, pero esa noche, con Angie abrí mi corazón.

Aunque ella ya sabía sobre que era huérfano, pude contarle con el corazón en la mano el cómo se sentía no saber quiénes eran mis padres ni la razón por la que terminé en un orfanato, era difícil aceptar que existía la posibilidad de que no me hubieran querido y que por eso me hubieran abandonado y debido a lo doloroso que era pensarlo aún después de tantos años, aunque fingiera que todo estaba bien, prefería pensar que habían muerto, de esa forma el dolor era menor.

Como casi siempre desde que nos conocimos, me consoló y me dijo que, en efecto, era mejor pensar en lo que menos me doliera, que no tenía que desgastarme pensando en más escenarios, sobre todo cuando yo ya tenía una hermosa familia, con un papá amargado y cinco hermanos, así que al final de la noche yo había hecho las paces con mi pasado, obviamente seguiría doliendo toda la vida, pero al menos esa noche entendí que debía perdonar a mis padres biológicos por lo que sea que hubiera pasado.

Ella también me habló de cómo se sentía, para una niña, saber que sus padres perdieron la vida es algo demasiado traumático, sobre todo porque los acababa de ver cuando la dejaron en el colegio y después de eso, el no volver a verlos fue doloroso, sumado al bullying en la escuela por ser huérfana y todo el dolor de la vida, la entendía la vida no era sencilla por mucho apoyo que tuvieras.

Por fortuna llegamos lejos y somos buenas personas, con una familia compuesta por nuestros amigos, porque claro, ella era parte de nosotros, lo fue desde el principio.

Esa noche hubiera querido pedirle que fuera mi novia, pero no estaba seguro de si era lo correcto, el momento que estábamos viviendo era lindo y muy emotivo, pero consideré que lo mejor no era opacar ni minimizar nuestros sentimientos, quizá era sólo momento de hablar del pasado y del futuro podríamos hablar otro día, cada momento necesitaba su espacio y éste no era la excepción, además había sido demasiado para procesar en una sola noche.

La mañana siguiente todo seguiría el curso natural de la vida, Angie comenzaría a trabajar oficialmente en el estudio, aunque aún seguiría practicando un par de semanas hasta sentirse totalmente segura.

Cuando llegó por la mañana fue directo a buscar a Jimin y aunque me pareció raro, al escuchar a éste quejarse comencé a reírme y fui a su rescate.

An: me parece una falta de respeto que hayas insinuado que yo me robé las cosas de Jungkook - reclamó Angie mientras le daba un ligero golpe en el brazo a mi amigo.

Jm: yo no insinué que robaste, sólo sugerí que te las habías llevado, pero quizá no por algo malo, quizá sólo para tus fetiches - comenzó a reírse al proponer eso y yo seguía riéndome de ellos.

An:. Como sea, estoy muy ofendida - actuó con cara de molestia y eso me hizo reír aún más.

Siguieron un rato más discutiendo por lo mismo hasta que llegaron las primeras citas del día y a los dos les tocó rendirse, o al menos hacer el intento, porque cada vez que se encontraban de frente sólo se hacían caras de desagrado fingido uno al otro, para luego reírse uno del otro.