9 - Huérfanos

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JUNGKOOK

La cara de ambos debía ser toda una obra de arte por la sorpresa que estábamos sintiendo, tenía ganas de abrazarla y protegerla ahora más que nunca, pero me quedé sentado en el lugar donde me encontraba, quizá para ella no era algo tan traumático como lo fue para mí y por ello era mejor preguntar antes que asumir cualquier cosa.

An: ¿Es una broma o hablas en serio? - preguntó mirándome un poco mal.

Jk: Hablo en serio, ¿por qué jugaría con algo así? - suavizó su expresión, no la culpaba por molestarse, en su lugar reaccionaría de la misma forma si alguien jugara con algo como eso.

An: ¡Oh! Lo siento - dijo sin despegar la vista de mis ojos.

Jk: ¿Puedo preguntar qué les pasó a tus padres? Contesta sólo si quieres, si es algo complicado no tienes que hacerlo - sólo asintió.

An: Está bien, es algo que pasó hace mucho tiempo, hice las paces con esos recuerdos, no te preocupes, mmm, verás, no hay gran cosa que contar, una mañana me encontraba en la escuela cuando llegaron unos tíos a recogerme porque algo había pasado, recuerdo haberlos visto preocupados, incluso me pareció verlos llorar, pero no entendía por qué, les preguntaba y sólo me decían que debíamos ir a casa, luego de eso mis abuelos maternos fueron a verme y me explicaron que mis padres iban camino al trabajo, luego de dejarme en el colegio y al parecer quisieron robarles la camioneta, pero te darás cuenta de que las cosas salieron mal y terminaron por dispararles y bueno, luego de eso no volví a verlos, obviamente - dijo con una risa un poco amarga - mis abuelos se fueron a vivir conmigo, luego ellos también murieron, así que unos tíos me cuidaban y cuando tuve edad suficiente para vivir sola me dejaron ser libre, conseguí un trabajo y ahora, estoy aquí - decía mientras seguía concentrada en el tatuaje que estaba haciendo.

Para mí estas conversaciones siempre eran complicadas, pues no sabía qué decir o qué preguntar, simplemente no había palabras que pudieran ayudar en esos casos, al contrario, todo lo que cualquier persona pudiera decir podría empeorar las cosas en vez de ayudar.

Jk: ¿Cómo te sientes ahora? - pregunté sin saber qué más decir.

An: Supongo que bien, es doloroso vivir sin tus padres, más cuando eres tan pequeña y apegada a ellos, pero no estuve sola, así que eso ayudó a poder estar bien, mis tíos me visitan a menudo, es como si ellos fueran mis padres ahora, así que, en conclusión, estoy bien - dijo por fin mirándome para darme la seguridad de que sus palabras eran sinceras.

Jk: Me alegro por ello, entiendo lo difícil de la situación, pero al final lograste avanzar de la mejor manera - acaricié su carita y ella sólo sonrió en respuesta, quería indagar un poco más, pero lo mejor en ese momento era no forzar las cosas, como dije, muchas veces podrían arruinarse y no quería eso.

An: ¿Tú puedes contarme de tu historia? - preguntó curiosa, por lo general no me gustaba hablar de ello con alguien que no fueran mis amigos, pero ella ya me había contado parte de su historia, lo justo era que hiciera lo mismo.

Jk: Para mí ha sido un poco más complicado hacer las paces con los pocos recuerdos que tengo, pero claro, puedo contarte - me quedé pensando un instante desde qué momento debía contar, pues realmente mis recuerdos eran limitados.

An: Si no te sientes cómodo no es necesario que me lo cuentes - dijo avergonzada.

Jk: Descuida, está bien, es sólo que no sé cómo comenzar, en realidad yo no tengo recuerdos de mis padres, desde muy pequeño, ni siquiera recuerdo la edad que tenía, mis únicos recuerdos son de Suga cuidando de mí, no sé si mis padres me abandonaron, si murieron o qué pasó con ellos, pero desde muy pequeño viví en un orfanato y como dije, Suga era quien me cuidaba, porque él también vivió ahí desde mucho antes que yo, así que no recuerdo gran cosa - dije todo lo tranquilo que los recuerdos me permitían estar.

La primera, la última, la única (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora