DRÁCULA, DE BRAM STOKER, es el clásico unánime del subgénero vampiresco. Su mítico personaje permanece en la mente popular junto con las grandes invenciones de la literatura universal, como Ulises, El Quijote, Pinocho y Sherlock Holmes, merced a todas las adaptaciones audiovisuales, las versiones condensadas, las apariciones en series animadas, los productos que utilizan su imagen y las caracterizaciones infantiles en Halloween. Sin embargo, 26 años antes de Drácula estaba Carmilla.
Sería ingenuo pensar que todo empieza con Drácula. Hay un puñado de relatos que fueron escritos antes y hacen parte de la tradición. De todos ellos, Carmilla es quizá el más importante por la originalidad de su abordaje, el compendio de rasgos y caracterizaciones vampiriles que contiene, la fuerza de su figura principal y la influencia directa de dicho texto en el clásico de Stoker. Si Drácula es el rey, Carmilla es la reina de esa dinastía que al sol de hoy –o a la luna llena, mejor– desemboca tanto en Anne Rice como en los vampiros estudiantiles de la saga Crepúsculo.
Carmilla fue escrita por el autor irlandés Sheridan Le Fanu (1814/1873) y publicada en el magacín The Dark Blue entre finales de 1871 y comienzos de 1872. Ese mismo año fue editada con otros cuatro relatos en el volumen titulado In A Glass Darkly. Los cinco textos se presentan como extractados de los papeles póstumos pertenecientes a un tal doctor Martin Hesselius, investigador del ocultismo. En ella, Laura, una jovencita de diecinueve años, se ve envuelta en una relación de tintes eróticos con Carmilla, una vampiresa que por un deliberado accidente empieza a vivir con ella y su padre en el solitario castillo que poseen en Estiria. Laura escribe su testimonio años después de los acontecimientos, y ese es el manuscrito de Carmilla. Un recurso narrativo muy de la época –recordemos el Manuscritohallado en una botella, de Poe–, y el tipo de cosas que llamaban la atención de Borges.
Le Fanu nació el 28 de agosto de 1814 en Dublín. Era hijo de Philip Le Fanu, capellán de la Escuela Militar Royal Hibernian, y la señora Emma Lucretia Dobbin.
Cuando Le Fanu tenía doce años, la familia se trasladó a Abington, a seis millas de Dublín. Aunque Le Fanu y su hermano tenían un tutor, los chicos permanecían casi siempre a su libre albedrío. Philip Le Fanu tenía una bien aprovisionada biblioteca donde su hijo Sheridan se sumergió en libros de demonología, ocultismo y folclore, que luego serían fundamentales para sus relatos y novelas macabras. En 1830, Le Fanu entró al Trinity College, en donde destacó por sus discursos en la Sociedad Histórica. Empezó estudios de derecho, pero los abandonó para dedicarse al periodismo. Fue dueño de publicaciones como el ?Dublin Evening Mail. En 1844 se casó con Susan Bennett, con quien tendría cuatro hijos. Al año siguiente publicó su primer relato de terror. El matrimonio duró catorce años, hasta la muerte de Susan en 1858. A partir de entonces, Le Fanu se recluyó en el 18 Merrion Square, su casa, de donde raramente salía, y ahí permaneció por el resto de su vida. Además de su célebre Carmilla, vale la pena leer dos relatos de su autoría: Casa de al?uiler (1863) y Tío Silas (1864).Con esta impecable traducción de Joe Broderick, Libro al Viento le hinca los colmillos a la tradición vampiresca. Espero la disfruten tanto como nosotros.
ANTONIO GARCÍA ÁNGEL.
ESTÁS LEYENDO
Carmilla
VampirosLa Vampira más enigmática de la literatura del horror del siglo XIX. . . . . . Ésta historia NO es mía. Quiero aportar a la comunidad y dar la oportunidad de que éstas historias maravillosas sean más accesibles.