Smiling Man

7.

¿Escuchaste?”

Alastor levantó la vista de los informes que tenía en la mano y miró a Tom, quien estaba recostado en su silla con un cigarrillo colgando perezosamente de sus labios y leyendo un periódico. Actualmente había una pausa entre transmisiones, y Alastor preferiría leer su material mientras fumaba en lugar de interactuar con el sórdido presentador que le desagrada bastante. Aún así, supuso que no estaría de más entretener al hombre aburrido por un rato.

"¿Acerca de?"

Tom señaló el titular que estaba en la portada.

LOS CASOS PERDIDOS SUBEN. EL DEPARTAMENTO DE POLICÍA DE NUEVA ORLEANS INDETERMINA CAUSAS EXTRAÑAS.

Dando una calada a su cigarrillo a medio terminar, Alastor asintió afirmativamente. “Los periodistas de la ciudad lo anunciaron desde todos los rincones esta mañana. Es difícil no atraparlo”.

Tom se limitó a tararear, arrojando las cenizas de su cena a un cenicero. "Sospecho que es algún asesino suelto".

"¿Es ahora?" preguntó, sus atenciones repentinamente interesadas mientras dejaba a un lado sus papeles y prestaba toda la atención al tipo. “¿Y eso por qué?”

“Obvio, ¿no? ¿La gente simplemente desaparece y no aparece por ningún lado? Me parece que los han reducido ”, respondió Tom aburrido, apagando su cigarrillo. "La pregunta es; Me pregunto qué pasó cuando conocieron al último hombre que verán con vida”.

Oh, Tom, bastardo mojado … pensó Alastor para sí mismo sombríamente mientras podía sentir sus labios alzarse con orgullo. …Lo que pasó realmente estaría más allá de tu imaginación de mente débil…

"Realmente tienes que dejar de hacer toda esa cosa de sonreír".

Alastor rápidamente salió de su pensamiento y arqueó una ceja ante el repentino comentario. "¿Indulto?"

“Es jodidamente espeluznante”, se quejó el locutor de radio mientras sacaba otro cigarrillo para encender. “¿Qué te hace sonreír todo el tiempo? ¿Tienes sheba que enloquece tu cama todas las noches?

Entrecerrando los ojos ante la insolencia que tanto detestaba del hombre, mantuvo su sonrisa para irritar aún más a Tom. Para agregar, cambió suavemente de tema y preguntó casualmente: "¿Cómo va eso con Katie?"

Una burla, seguida de una errática bocanada de humo de cigarrillo. "No menciones ese tupé ", se burló Tom, luciendo detestado ante la mención de su revoltoso compañero intermitente. “Ya casi se ha ido, eso es lo que hay. Ahora, responde la pregunta, mac . ¿Tienes a alguien?

Sin interés en esta sesión de toros innecesaria , Alastor dio otra calada a su cigarrillo casi terminado y respondió con frialdad: "Ahora sí creo que eso no es nada de tu cera de abejas , Tom".

Volviendo a sus papeles, Alastor continuó leyendo en silencio, preguntándose distraídamente qué tan difícil podría ser no dar ninguna alarma en el trabajo si decidiera graznar a la escoria repugnante cerca de él por aburrimiento.

Charlie observó en silencio cómo el inversionista potencial con la cabeza calva y el concejal frente al cual estaba sentado volvían a leer su propuesta. Estaba segura de que su discurso largo y detallado despertaría cierto interés. Con la inclusión de un primer patrocinador, la propuesta finalmente tuvo una buena influencia que no tenía antes.

"Señorita Magne, parece que no puedo entender la viabilidad de esta propuesta en lo más mínimo".

Entonces supuso que había hablado demasiado pronto.

"Lo siento, señor Alphonse, pero no estoy seguro de qué parte no le parece factible".

Señalando el pergamino, comentó con incredulidad: “¿Cuál es el plan final de este pequeño proyecto? Se rehabilita a un delincuente para reintegrarlo a la sociedad, ¿y luego qué? ¿Los dejaste ir?