destino / 007

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El sol se filtraba a través de las ventanas de Hogwarts mientras los estudiantes se dirigían al Gran Comedor para el desayuno. Entre la multitud, Pansy Parkinson observaba a Draco Malfoy con una mezcla de admiración y frustración. Durante años, había sido su leal seguidora, siempre dispuesta a apoyarlo en cualquier empresa. Sin embargo, desde la llegada de Ruby Rosewood, las cosas habían cambiado.

Pansy notaba cómo Malfoy parecía cada vez más interesado en Ruby, cómo sus miradas se encontraban con más frecuencia y cómo compartían conversaciones que ella no podía escuchar. La presencia de Ruby estaba alterando el equilibrio que Pansy había establecido cuidadosamente en su mundo, y eso no lo podía permitir.

Mientras tanto, en otra parte del castillo, Ruby y Susan disfrutaban de su desayuno, ajeno al torbellino de emociones que su presencia estaba causando en otros. A medida que conversaban animadamente sobre los eventos del día anterior, Ruby no podía dejar de sentir la mirada penetrante de Pansy sobre ella desde la mesa de Slytherin.

Después del desayuno, Ruby se dirigió a su primera clase del día, pero antes de que pudiera entrar en el aula, fue abordada por Pansy, quien la detuvo con una mirada desafiante.

— Rosewood, tenemos que hablar —afirmó Pansy, su tono lleno de tensión.

Ruby arqueó una ceja, sorprendida por la confrontación repentina. —¿Qué sucede, Parkinson?

Pansy se acercó a Ruby, su expresión dura y determinada. —Sé lo que estás haciendo con Draco. Sé que estás tratando de robarlo de mí.

Ruby frunció el ceño, confundida por las acusaciones de Pansy. —Pansy, no sé a qué te refieres. No estoy tratando de robar a nadie. Draco y yo ni siquiera hablamos.

Pansy soltó una risa despectiva. —¿"Ni siquiera hablamos"? Por favor, no insultes mi inteligencia. Sé que tienes sentimientos por él. Todos lo saben.

La declaración de Pansy dejó a Ruby sin aliento. No sabía cómo responder, cómo explicarle a Pansy que sus sentimientos por Malfoy eran más complicados de lo que ella misma entendía. Antes de que pudiera decir algo más, Pansy se dio la vuelta y se marchó, dejando a Ruby sola en el pasillo, con el corazón latiendo con fuerza en su pecho.

Mientras tanto, en la sala común de Slytherin, Draco Malfoy se encontraba absorto en sus pensamientos mientras Pansy se acercaba a él, su expresión tensa y decidida.

—Draco, tenemos que hablar —ordenó Pansy, su voz llena de urgencia.

Malfoy levantó la mirada, sorprendido por la seriedad en los ojos de Pansy. —¿Qué pasa, Pansy?

Pansy se sentó junto a él, su rostro cerca del suyo mientras hablaba en voz baja. —Es sobre la chica Rosewood. Sé que te has estado acercando a ella últimamente, y no puedo ignorar lo que está pasando.

Malfoy frunció el ceño, confundido por las insinuaciones de Pansy. —Pansy, Ruby y yo simplemente hemos estado trabajando juntos en algunos proyectos escolares. No hay nada más entre nosotros.

Pansy lo miró fijamente, sus ojos brillando con determinación. —No me importa lo que digas, Draco. Sé lo que veo, y sé que Ruby tiene sentimientos por ti. Pero no te preocupes, no dejaré que te aleje de mí. Haré lo que sea necesario para proteger lo que es mío.

La declaración de Pansy dejó a Malfoy atónito. No sabía cómo responder, cómo lidiar con la tormenta de emociones que estaba surgiendo dentro de él. Sabía que Pansy estaba locamente enamorada de él, pero siempre la relacionó como una amiga y a su enamoramiento como una simple fase.

A medida que se acercaba la noche, ambos se encontraron en un rincón tranquilo del castillo, donde compartieron sus preocupaciones y temores con sinceridad y vulnerabilidad.

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