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Entra a la comisaría con los policías escoltándolos, Minho llega a su lado murmurándole que conteste todo lo que le pidan para poder facilitar el proceso

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Entra a la comisaría con los policías escoltándolos, Minho llega a su lado murmurándole que conteste todo lo que le pidan para poder facilitar el proceso. Como si no lo supiera ya, no es su primera vez ahí.

Los llevan a diferentes cubículos para interrogarlos y hacer el aburrido papeleo.

—Hwang —lo saluda el oficial Kim desde su escritorio cuando lo ve entrar—. ¿Otra vez en problemas? Creí que ya los habías dejado. ¿Esta vez que fue? ¿Volviste a robar? ¿Vandalizar? ¿Asaltaste a alguien?

—¡Ya no hago esas cosas! —grita avergonzado—. Solo traía unos gramos de marihuana. Uso medicinal, ya sabes.

—Uso medicinal, claro.

Chasquea la lengua cuando ve al mayor rellenar las hojas correspondientes, conoce al oficial Kim desde que tenía unos catorce años y fue arrestado por primera vez. Podría decir que tienen una clase de amistad extraña después de verse tantas veces ahí.

—Écheme la mano, mi omega está en el hospital justo ahora, mis cachorros ya van a nacer y es delicado —murmura con pesar porque el solo hecho de pensar que está lejos de Felix en ese momento tan vulnerable lo vuelve loco.

—¿Vas a tener hijos? —pregunta el mayor con interés.

—Dos, el parto se adelantó y tienen que inducirlo y es peligroso —traga preocupado, es una mierda estar viviendo todo esto—. ¿Puedes quitarme las malditas esposas?

El hombre asiente, sale un minuto del cubículo y regresa con las llaves para retirárselas.

—Te puedo agilizar el papeleo, pero no puedes salir hasta que paguen la multa.

—Te pagaré cada peso.

—Ah, siempre es lo mismo contigo —suelta un suspiro, los ojos del oficial caen en él, observando fijamente—. Espero que ahora que eres padre comiences a ser más razonable, tienes veintiún años y una larga vida por delante.

Se levanta cuando el mayor hace lo mismo y lo guía hasta su celda en donde puede ver ya Minho ahí, la reja se cierra y Kim vuelve a hablar.

—Aprende tu lección y sal pronto de aquí —le dice con firmeza—. Que sea la última vez que veo a un Hwang en estos lugares, esto aplica también para las nuevas generaciones, eh.

Piel Con PielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora