"La bestia Velaryon"

Introducción.

Aegon caminaba de regreso a sus aposentos luego de cenar con su familia.

Había sido un día cansado.

Estar casado era cansado.

Aegon abrió sus ojos en grande cuando una mano surgió de la oscuridad y cubrió su boca.

–Cariño, adivina quien ha vuelto –Susurró una voz ronca  contra su oído.

Aegon sintió su cuerpo estremecerse,la sangre dejar de circularle, su corazón dejarle de latir.

No, no podía ser cierto...

–¿Qué pasó, ricitos? ¿Te comió la lengua el Dragón? –Murmuró con diversión sosteniendo con fuerza al Targaryen.

Aegon supo que todo se había ido al carajo.

Jacaerys Velaryon, el bastardo de Rhaenyra, estaba de vuelta...

Aegon estaba paralizado por el miedo. Los ojos de Jacaerys brillaban con una mezcla de furia y placer sádico mientras sostenía al joven Targaryen con una fuerza aplastante.

–Te he extrañado tanto, Aegon –susurró Jacaerys, su aliento cálido contra la oreja del otro–. No sabes cuánto he pensado en ti, en todo este tiempo.

Aegon intentó zafarse, pero el agarre de Jacaerys era firme como el acero. Su respiración se volvió errática, y la desesperación se apoderó de él.

–Es una pena que Aemond se haya interpuesto entre nosotros –continuó Jacaerys, su voz impregnada de un odio contenido–. Pero no te preocupes, pronto pagará esa ofensa. Lo mataré por tomar lo que no le pertenece.

Aegon sintió las lágrimas acumularse en sus ojos. La situación era imposible, y la amenaza que emanaba de Jacaerys era palpable. El Targaryen sabía que su vida, y la de Aemond, estaban en peligro inminente.

–Por favor, Jacaerys... –logró articular Aegon, su voz quebrada por el terror–. No tienes que hacer esto...

Jacaerys sonrió cruelmente, acercándose más, su rostro apenas a unos centímetros del de Aegon.

–Oh, pero lo haré, ricitos –dijo con suavidad, disfrutando del pánico en los ojos de Aegon–. Y tú vas a presenciar cada momento de ello.

El Targaryen temblaba incontrolablemente, sus pensamientos un torbellino de desesperación.

No había escapatoria, no había esperanza.

La oscuridad que rodeaba a Jacaerys parecía consumirlo todo, y Aegon supo que su destino estaba sellado.

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Hey, he traído de regreso "La Bestia Velaryon" la verdad tiene muchos cambios, debido a que me la habían borrado, pero creo que ahora esta mejor la historia.