Un inconsciente ''si''

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Wednesday.

Las cosas que han pasado en tan solo dos semanas, me han dejado exhausta ¿cómo pueden sobrevivir siendo adolescentes? Yo he sobrellevado todo con calma, pero todo tiene su límite, un día de estos, enloquecer más de la cuenta, y, no lo haré de la manera en la que quisiera hacerlo.

Me encontraba, recostada en mi cama observando el oscuro y sombrío lecho, me agradaba la sensación que provocaba el color neutro y sombrío en mi ser; me tranquilizaba hasta más no poder, mis sueños se escapaban en suspiros, mis esperanzas en pequeños bostezo que daba, gracias al agotamiento, de aún, estar despierta a las tres de la madrugada.

¿Me pregunto, si al igual que yo, alguien estará despierto? Y si es así, que será lo que le quitara el sueño.

Mi respuesta es tan simple, como la pregunta; cientos de almas desconsoladas, viven inmersas en sus lamentos y nadie es capaz de hacer razonar o por lo menos expresar lo que sienten. La vida se les escapa por la delicada punta de sus dedos y aún así, no están dispuestos a arriesgarse, le temen a volver a estar destrozados. Y a decir verdad, lo entiendo, es difícil respirar y pensar, que alguien allá afuera, puede hacerte daño ¿Quienes somos para no refugiarnos en nuestro interior?

Sin más que hacer, me voltee y observé mi buró, en donde se encontraba mi teléfono. Lo observé por una fracción de segundos y sin más, me resigne a volverme a voltear.

-Seguramente ella debe de estar dormida.

Susurre, para mí misma, peinando mi despelucada cabellera, atrás de mi frente, sin éxito alguno, ya que mi cabello se mandaba solo y volvía a su antigua posición.

Gire mi cabeza, para revisar a Samantha darse la vuelta entre la sábanas, aún dormida. Y yo preocupándome por haberla despertado.

Me quede en silencio, por unos segundos y escuche mi celular bibrar ¿a quién se le ocurre interrumpir mi tiempo de reflexión y más a las tres de la madrugada?

Somnolienta y con una pereza descomunal, me gire en la cama, quedando con la respiración entrecortada a causa de la almuerzo que yo aplastaba con la cara. Con frustración gire mi rostro en dirección al celular, al notar que este volvió a vibrar.

Estire mi mano y tome el teléfono con tristeza, como si supiese que no sería un mensaje de ella y más bien una notificación, de una de las muchas aplicaciones descargadas en mi celular.

Al tenerlo, perfectamente en mis manos, dude por un segundo, si realmente quería encenderlo o no. Detuve mis acciones e iba a proceder en dejar el aparato a un lado, para seguir con mis abundantes pensamientos. Cuando de repente, el teléfono vuelve a vibrar, pero esta vez en mis manos.

-Pero, que desesperado.

Bromee, observando el teléfono con cansancio.

Decidida, lo encendí, lo desbloquee rápidamente, pues yo no tengo contraseña, ni pienso tenerla, después de todo no escondo nada.

Al estar en la pantalla de inicio, me dirige a notificaciones y me encontré con una solicitud de mensaje.

Una tal Cpink, me escribió preguntarme, si estaba dormida y si no era así, que era lo que estaba haciendo.

Resignada y con aburrimiento, jugué con mi dedo pulgar indeciso, preguntándome, si debía aceptarla o no. Sin querer queriendo mi dedo se recostó en la pantalla, dándole clic en el, si acepto.

-Esto no puede ser peor.

Me exprese, con frustración en mi rostro, pero con la mínima gota de energía que me quedaba antes de ceder al sueño; le respondí, diciéndole, que solo me encontraba pensando y proseguí con la pregunta que recorría mi mente ¿Quién era? No puedo saberlo por su foto de perfil, ya que en ella había un garito rosado y no tenía fotos disponibles, para saber de quien se trataba.

NeverMore AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora