Un nuevo despertar.

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Enid.

Hoy es un día, como cualquier otro; me levante de la cama, pero con un leve sentimiento de haber perdido dos días de mi vida, al igual que mi organismo detecta el pasar del tiempo. Claro que no había envejecido lo suficiente, como para notarlo, pero ese presentimiento extraño del que algo había pasado, antes de despertar, me carcome.

Aproximadamente tres segundos, después de abrir los ojos; di un brinco y me acomodé mis espantosos y desordenados cabellos rubios, que cubrían por completo mi rostro.

Tras haber arreglado mi escandaloso cabello, observé toda mi habitación y me encontré con un saco negro, que sé, no me pertenece en lo absoluto. Pero mi instinto animal desea y muere por colocárselo, con prisa entro al baño y cierro la puerta, con el fin de darme una ducha, de esas que duraran toda la mañana, si fuera por mí; pero como tengo clases a las ocho de la mañana, y son exactamente las siete y cuarto. No tengo tiempo que perder.

Por lo tanto, me apresure a entrar en la regadera, como si de una fugitiva huyendo de la justicia se tratase.

Observe con temor las gotas de agua, que caían como lluvia; estaban heladas y yo estaba casi recién levantada del más confortable calor. ¿Por qué razón tengo que estudiar? Sé que me servirá para un futuro, pero ¿Saben? Nos preocupamos tanto por el futuro, y nunca ponemos la atención necesaria en lo que es importante, el presente, el aquí y ahora ¿Qué sucede con todos? Acaso no aprecian lo efímero de un grandioso día, del cual estas consciente, que habrá sorpresas y disgustos, pero aprenderás algo importante, algo distinto y te ayudará en tu futuro presente... Al igual que tu pasado te ayudo con tu "yo" presente. Que misteriosa parece la vida que llevamos. De alguna u otra manera, todo resulta estar conectado.

Como la licántropa capaz y decidida que soy; entre como un rayo de luz al agua helada, chille un poco, a causa de la impresión, pero soporte, como la valiente adolescente que soy.

Al estar debajo del abrazo de la helada, ahora cálida agua; descubrí que me fascinaba el sentimiento de calidez que provocaba esto. Una ducha te ayuda bastante con tus molestias, miedos y otras cosas; a menos que seas del tipo de personas que le temen al agua ¿Qué se sentirá temerle a algo tan encantador como este elemento natural?

Creo que dure aproximadamente treinta minutos debajo de la regadera, pero mis dedos estaban arrugados, así como la piel de alguien que vivió mil aventuras en su vida, como esas personas que tienen recuerdos alegres y otros de arrepentimiento. Yo no quiero tener ningún tipo de arrepentimiento en la vida, yo quiero ser feliz, a mi manera, pero feliz.

Tras salir del baño con la toalla puesta, escuche un golpe diferente al de las demás personas. Algo así, como dos toques, se detenía y luego del suspenso hizo otros tres golpes, y ahí fue cuando se detuvo por completo ¿Quién será? No veo problema en abrir la puerta con la toalla puesta, pero por si las moscas, me pondré el buzo negro que estaba en mi cama, y que moría por utilizar en el comienzo de la mañana.

- ¿Quién es? - Cuestione apresurada, con el buzo entre mi cara y mi pecho, por poco y tropiezo de camino a la puerta, por estármelo poniendo ¿No podían llegar un rato después? No sé, tal vez ¡cuando estuviera vestida! ¿Qué le costaba?

-Soy la profesora Bee Deker, la nueva profesora de literatura. - Respondio la misteriosa persona detrás de la puerta, sin saber porque, solté un gruñido y fruncí el ceño al escuchar aquella voz.

Abrí de inmediato la puerta, no sin antes asegurarme de que el buzo sobrepasara mis muslos, yo no quiero que la nueva maestra me conozca, casi en ropa interior, eso no.

-Disculpa la molestia, pero estoy realizando una prueba de comportamiento, debido a los antiguos sucesos en Never More, la academia, quiere asegurarse de que ustedes los estudiantes se encuentren bien, tanto física, como mental y sentimentalmente.

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