Con una píldora bastará

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Wednesday.

¿Alguna vez se han despertado y se han dado cuenta de que las cosas, no son lo que solían ser o que las cosas a tú alrededor desaparecen?

Sé que es muy paranoico de mi parte, pero hay algo dentro de mi que me dice, que algo falta, me siento un poco extraña; es como si hubiera olvidado la existencia de alguien, pero no puedo recordar de quien o de quienes.

Estaba caminando por los pasillos desolados de Never More y eran las tres de la madrugada, en cuanto pase al lado de un casillero con una abolladura de mi tamaño; mi mano cicatrizada comenzó a arder, como si una cuchilla la estuviera cortando.

Me sobe la muñeca en busca de frenar el ardor, pero no pude, así que, seguí avanzando y entré más avanzaba escuchaba susurros que parecían provenir de otra habitación, pero al mismo tiempo se escuchaba latentes en el pasillo.

-No te vuelvas a acercar, no te vuelvas a acercar.

Musitaban las voces en los pasillos y cada vez se hacían más fuertes y, más evidentes, como si de una grabación se tratase.

-Addams, Addams, Addams.

¿A quién no me debo acercar? Y ¿Por qué me hablan a mí? Esas voces se referirán a mi o a otro Addams en particular.

-Quédate aquí, volveré en un instante, lo que necesitas ahora es descansar.

Mientras más apresurados eran mis pasos, más se escuchaban voces ajenas a mi ¿De quién se tratará?

-Me llamo Chad, Chad, Chad.

Murmuraba la voz de un joven de mi edad, a diferencia de las otras voces que parecían provenir de mujeres, esta me resultaba familiar, como si todavía quedará rastro en mi cabeza de quien se trataba.

-Tengo celos, tú compañera de cuarto.

-Vamos Ney, por favor.

-¿Dónde está Wednesday Addams? Y ¿Quién eres tú?

Se repetía la primera voz que había escuchado, me fascina su forma de hablar, pero ¿Quién me está hablando?

Seguí caminando, y mientras lo hacía las voces se desvanecía en la oscuridad de los pasillos, me acerque a mí cuarto y lo abrí con rapidez, temiendo por qué quizás las voces me siguieran persiguiendo; me arrodille en la entrada del cuarto y comencé a derramar lágrimas, como si supiera que algo importante me faltaba, observe a mi alrededor y no había luz, no había brillo.

-¿Qué están haciendo?

Cuestiono una vocecilla que llevaba el viento, salte de la impresión y observé a mi alrededor, observe como la ventana hacia el balcón se abría y me quedé congelada.

-¿Cómo hiciste para sacar ese violonzote por la ventana?

-¡Porque estoy depre!

Esas palabras me guiaron hasta la salida de dicha ventana, ¿De quién tratara esa dulce voz?

-Hola, ¿Quién quiera que seas? No entiendo si eres un fantasma o solo mi imaginación jugándome un terrible juego, pero si en algo puedo ayudar, prometo intentarlo y la palabra de un Addams vale demasiado, así que; dime ¿Quién eres?

Cuestione con curiosidad, mientras cruzaba por la ventana, solo para poder observar a quien fuera, que estaba escuchando.

-Es solo mi imaginación, ya sabía yo que una voz tan adorable y madura no podía existir, necesito dormir más.

Me aconseje a mi misma, mientras apoyaba mis codos en la baranda del balcón, me quedé quieta por un rato, tratando de recordar lo que sea que estoy olvidando.

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