La Maldición del Karãu
En un pequeño pueblo del norte de Argentina, vivía un joven llamado Alberto, conocido por su alegría y pasión por la música. Alberto vivía con su madre, una mujer sabia y amorosa que siempre había cuidado de él. Una noche, su madre cayó gravemente enferma y, preocupado, Alberto salió en busca de remedios.Mientras caminaba por el pueblo, escuchó la música de una fiesta. La tentación fue demasiado fuerte y, olvidando momentáneamente a su madre, se unió a la celebración. En la fiesta, Alberto conoció a una hermosa guainita con la que bailó toda la noche, susurrándole palabras de amor.
Cerca de la medianoche, un amigo de Alberto llegó a la fiesta, con el rostro sombrío y los ojos llenos de tristeza. Se acercó a Alberto y, con voz temblorosa, le dijo:
—Amigo Alberto, dejá de bailar. Tengo una noticia terrible: tu vieja falleció.
Alberto, cegado por la euforia del momento, respondió con frialdad:
—No importa, seguiré bailando. Si ya murió, ya está. Habrá tiempo para llorar después.
Cuando la fiesta finalmente terminó, con la llegada del amanecer, Alberto se acercó a la guainita y le preguntó:
—¿Dónde vivís? Quisiera acompañarte a tu casa.
Ella, con una mirada triste pero comprensiva, respondió:
—Mi casa está lejos. Pero primero, tenés que ir a ver a tu madre.
Alberto, con un sentimiento de culpa creciente, dejó la fiesta y corrió a su hogar. Al llegar, encontró la casa en un silencio inquietante. Entró y vio a su madre, yaciendo inmóvil en su cama. El dolor y el arrepentimiento lo abrumaron.
Desesperado y lleno de remordimientos, Alberto huyó a los esteros, buscando escapar de su dolor. Pero en su camino, se encontró con el Karãu, un pájaro de plumaje negro conocido en la región por sus poderes sobrenaturales. El Karãu, viendo la falta de respeto y desobediencia de Alberto hacia su madre, decidió castigarlo.
El Karãu lanzó una maldición sobre Alberto, transformándolo en un pájaro negro, igual que él. Alberto quedó condenado a vagar eternamente por los esteros, llorando su pérdida y arrepintiéndose de sus actos.
Desde entonces, en las noches silenciosas, los habitantes del pueblo escuchan el triste lamento de Alberto, ahora convertido en un Karãu, un recordatorio de la importancia del amor y respeto hacia la familia. Los padres cuentan esta historia a sus hijos, enseñándoles a valorar y cuidar a sus seres queridos, para que nunca sufran el mismo destino que el desafortunado Alberto...
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"LEYENDAS DE PUEBLOS ARGENTINOS"
Paranormal*TODOS LOS VIERNES POR LA NOCHE UN NUEVO CAPITULO*