Capitulo 2

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Alessandro

Mientras suena <the Hill de the weeknd> conduzco a alta velocidad uno de mis tres autos, solía odiarlo, no era el mejor que tenía pero la había visto a ella.

La pequeña de ojos verdes le encantaba mi auto, lo supe desde el momento en que se había subido y lo miro con tanta devoción, así mismo la miraba yo.

Durante muchos años luché con mis pensamientos y sentimientos, sabía que estaba mal amar a esa mujer pero entonces su mirada a mi dejó de ser de hermano mayor.

Ahora me deseaba y yo la deseaba a ella, me gustó desde el momento en que yo tenía 20 años y ella 15.

Aprieto el volante de solo recuerdas las veces en la que la había imaginado a ella, sobre este auto, gemiría mi nombre y solo el mío.

Era enfermo, la conocía desde que ella tenía 5 jodidos años, pero no podía evitarlo, me gustaba.

Conduzco más rápido para poder verla.

LENNA
Normalmente en verano la paso aburrida, no suelo salir mucho, pues aquí suele hacer mucho calor y yo odio el calor.

Ericka decidió ir a nadar con mis padres, no es que odie a la gente o se me haga difícil convivir con ella es solo que llega un cierto momento en el que me fastidio.

Suelo estar tranquila estos días, mi único pasatiempo es escribirme con un amigo de él trabajo.

En realidad no es nada en particular, tenemos casi los mismos gustos y no es difícil hablar con él.

Me acuesto en la cama y comienzo a a escribirle diciéndole que estoy aburrida, él me dice que si no hubiera pedido ese permiso de vacaciones estaría conmigo.

Y así inicia una conversación caliente, él comienza a decirme lo que me haría si estuviera aquí, y debí admitir que me caliento un poco, demasiado diría yo.

Comienzo acariciarme los pechos por encima de la tela, un pequeño toque que me hace gemir, comienzo a deslizar mi mano por encima de mi short cuando de repente.

Escucho la maldita puerta de mi casa abrirse, suspiro por un momento y luego caigo en cuenta que mi hermano está en su estúpido campamento de futbol americano.

Y mis padres me avisarían cuando llegaran, comienzo a ponerme alerta.

Bajo de la cama cuidadosamente, y tomó mi bat de beisbol, bajó lentamente las escaleras observando al maldito hombre de 1.90 comiéndose mi alacena.

—Mierda alessandro me diste un susto de muerte—ni siquiera se sobresalta de mi presencia.

Voltea a verme con una ceja alzada cuando me ve con el bat.

—¿Te ibas a defender con eso bonita?—está por meterse una galleta a la boca pero se la quito comiéndomela yo.

—Claro que si idiota, sé defenderme— se ríe pero no dice nada.

Como mi galleta sin decir nada, en realidad como he dicho no me sorprende que esté aquí, se la pasa comiendo acá como si no tuviera una casa grandísima con alberca y un jardín hermoso.

Espera..

Lo miro y él nota mi mirada por que me mira a mi igual—¿Que?.

Me quita otra galleta—Alessandro, ¿tú tienes alberca no?

Me mira confuso, —Si, ¿por que?—me mira un poco confuso.

—¿Puedo ir a nadar a tu alberca?—él deja el ceño fruncido y ahora me mira dudoso.

—No lo sé bonita, ¿qué ganaría yo?—lo miro mal.

—¿Aparte de seguir comiéndote mi alacena?—me levantado y voy hasta donde está el—Por favor me estoy muriendo de calor en esta casa.

El me mira por unos segundo y después me mira de arriba hacia abajo y noto que se queda mirando mis pechos.

Después noto que los tengo duros, mierda es por la conversación caliente con matt.

Trago saliva y retrocedo un poco como si eso me salvara de él.

—Sigues sin responder mi pregunta—se acerca a mi.

—¿Qué quieres idiota?—tomo valor y lo miro a los ojos, él tensa la mandíbula.

Poco a poco se acerca más a mi, haciendo que mi espalda pegue con la pared, pone un brazo encima de mi cabeza y otra a lado.

Se acerca a mi y cierro los ojos como si esperara un beso de él, entreabro los labios, no sé en qué momento sus yemas de los dedos alzan mi mentón, pero sigo con los ojos cerrados disfrutando de la sensación.

Noto su aliento en mi cuello y como instinto lo tomo de la cintura acercándolo más a mi, un pequeño suspiro sale de mi y él baja su boca un poco más.

Luego los sube por mis mejillas hasta acabar con en mi oído.

—Quiero escucharte gemir mi nombre— abro los ojos y puedo notar sus ojos dilatados, miro sus labios y mientras subo mi mirada a sus ojos, siento secos mis labios y los lamo, él mira ese pequeño gesto y suspira.

Luego veo una sonrisa y se en ese momento que otra vez se está burlando de mi el idiota.

Lo empujó lejos de mi.

—Que es broma bonita—se ríe de mi haciendo que me ponga roja literalmente—Usa mi alberca tanto como quieras.

Se da media vuelta pero veo que se detiene, no voltea solo mira sus manos y no entiendo que hace hasta que deja una pequeña llave en la mesa.

—Úsala tanto como quieras cariño.

Dejo de respirar con ese apelativo, jamás lo había usado, al menos no conmigo.

Me quedo quieta mientras él se va y vuelvo a respirar cuando escucho su auto alejarse, no pasan ni 2 minutos y escucho la puerta abrirse, pienso que será él y comienzo a ponerme nerviosa.

—Cariño ya llegamos—veo a mi mamá y cuidadosamente tomo la llave.

—Que bueno que llegaron.

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Nota del autor: AHHHHHHHH que tal? Díganme algooooo, no solo que vienen de tiktok 😭😭🥺🙏

FRIENDS  [borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora