FRIENDS [borrador]

Capitulo 10

LENNA

5 años atrás...

Arreglo mi cabello tratando de que se quede en su lugar, en estos últimos días que la señorita Magnolia me tenía en "cautiverio" solía sentirme sin gracia, sin embargo este día no.

Hoy acabaría mi castigo y por fin vería a mis compañeros de clase, mis padres estaban empeñados en que debía casarme a los 18 años, pues decían que a esa edad todavía eras joven y pura.

Es por eso, que ahora mismo estoy en una escuela para señoritas, lastimosamente, me porto tan "mal" que siempre me la paso en el "cautiverio" y ese nombre se le puso a esta habitación sin ventanas, un foco apenas iluminado y una cama que más bien; es el soporte de esta misma, sin colchón y sin cobijas, solo una simple almohada y sabana que es muy pequeña.

El pequeño espejo que hay en este improvisado lavamanos; que es más bien una cubeta con una pequeña bandeja para lavarme.

Me ajusto mi ropa y escucho el ruido de la puerta abrirse, sonrió por que al fin podré ver a mi familia.

Mi maestra de lenguaje, me hace un gesto para que salga de ahí, suspiro y voy hasta ella, dándole una sonrisa forzada.

—Buenos días, Miss.

Ella me repara de arriba a abajo y por costumbre me aliso la ropa.

—No es propio de una señorita llorar—Agregó volteando la cara.

Mi sonrisa decae y solo asiento con la cabeza.

Bajo la cabeza y asiento—Si, Miss.

—Muévete.

Comienzo a caminar por estos pasillos ya conocidos para mi, pasamos varias puertas y por fin logro ver a más gente.

Se me ilumina la cara al ver el sol, y cierro los ojos disfrutando la brisa, solo es hasta que solo noto a Simón. <<mi hermano>>

El me sonríe y viene hasta a mi con un fuerte abrazo, me quedo sin palabras al mirar para atrás y no ver a mis padres.

La señorita terna me fulmina con la mirada, dándome una advertencia con los ojos y se va.

—Te extrañe hermanita.

Se le ilumina la cara pero se queda serio cuando nota que no le sigo con su felicidad.

—¿Otra vez no vendrán?

—Sabes como son Lenna—Niega con la cabeza y toma mi mano para llevarme a una banca del jardín.

—Pero solo me faltan dos años para salir de acá, pensé que hoy sería el día en el que...

—Déjalo Lenna.

—De acuerdo—tragó saliva, trato de que la voz no se me quiebre—, ¿Ah que has venido?

—¿No puedo ver a mi hermana?

—No.

—Vamos, no seas así Lenna.

—Te extrañe.

Mis ojos se convierten en lágrimas cuando lo miro y él me abraza.

—Sácame de aquí, por favor.

Me mira—¿No eres feliz?

Niego—Por favor, Simón, a largas penas logro comer acá.

Me repasa confundido—Yo te veo bien Lenna—Suspira cansado—, No voy a caer en tus manipulaciones, deja de portarte con una niña.

—Simón, no es así, es verdad.

Se levanta molesto y me aferro a su brazo, esperanzada.

—Simón por favor.