Capitulo 19

2.2K 116 37
                                    

Maratón 2/?

ALESSANDRO

Mis manos se sentían entumecidas, el pecho no paraba de hacerme sentir una presión, la respiración la tenía agitada y tenía frente a mi a Simón, él sostenía el cuerpo sobre el suelo llorando.

Pedía que no cerrara los ojos, pero era demasiado tarde, ya no respiraba, y sus ojos poco a poco comenzaron a verse vacíos, sin vida prácticamente.

Volteo a verme con lágrimas aún, tan patéticamente suplicando misericordia, pero seguía sin entender que dejé de tenerla cuando cruzó la puerta de mi casa esa noche para llevarse a Lenna.

—¡Asesino de mierda!

Gritaba y le apunté con el arma divertido, trago saliva pero su mirada seguía mostrando la misma emoción.

—Te lo advertí, tócame las putas pelotas con el maldito cuento de ser el "mejor hermano" y esto ocurriría—señalé el cuerpo que sostenía, hice comillas con mi brazo libre, aún sangraba por la herida de bala pero eso no me importó.

Sea lo que fuera que me diría lo pensó bien, pues abrió y cerró la boca rápidamente, solo suspiro haciendo que el aire frío saliera de su boca.

Coloque una rodilla sobre el frío bosque y el me apunto con el arma, lo ignoré completamente yendo por lo que él sostenía, tome una pierna y comencé a arrastrar el cuerpo buscando esa maldita finca de cerdos que había visto en el camino aquí.

—¡Suelta ese cuerpo!—escuche a mis espaldas pero ni siquiera me tome el tiempo de voltear, el sonido que emitía el cuerpo siendo arrastrado hizo eco junto con el sonido del gatillo.

—dije, suéltalo—suspirando fastidiado lo solté, luego volteo, él ya está listo y preparado, apuntándome mientras se levanta.

Y nuevamente aquí la única persona que me importaba matar pero no podía por el maldito efecto que tenía en mi su hermana.

Volví a sostener ahora sus brazos molesto por lo que tenía que hacer, ahora mismo tendría que estar con Lenna, pero no.

Estaba aquí con persona que aborrecía y un cuerpo buscando unos malditos cerdos para que se comieran todo.

Entonces el sonido de una bala siendo disparada me detuvo solo una fracción de segundos, negué con la cabeza cerrando los ojos y tragándome el dolor físico comencé a caminar más rápido.

—¡Dispararé!

—¡Hazlo, y Lenna jamás te lo perdonará!

No fue mucho lo que avance, ya que una gran estructura de madera me hizo soltar y suspirar de alivio al ver por fin mi destino.

Agachándome coloque el cuerpo sobre mis hombros y abriendo el candado logré ver los cerdos.

El sonido de un pie arrastrándose me hizo girar la cabeza nuevamente, y mientras él cojeaba y trataba de llegar hasta mi.

Arroje a la chica y fue entonces cuando corrió más rápido.

—¡No!—me alcanzó, y fue directo a ese corral tratando de salvar lo que ya no existía.

—¡Ericka!—empujaba a los cerdos.

5 horas antes...

Lenna

Durante muchos años amara había sido mi única amiga, solía ir a mi casa y yo iba a la suya donde me quedaba a dormir, ella me contaba sus encuentros con chicos y yo como buena virgen las escuchaba.

FRIENDS  [borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora