Capitulo 5

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Alessandro

Moría por perseguirla, decirle que desde siempre la única que estaría en mi cama, en mi mente y en mi corazón sería ella pero no podía no hasta que..

Volteo a ver a Emma y ella sonríe avergonzada por la escena de hace un momento.

—No te molestes conmigo alessandro—No le temía, ella sabía perfectamente que por respeto a mi amigo no mataría a su mujer.

—¿Sabes lo que acabas de hacer Emma? —Estaba furioso con ella, quería estrangularla, no solo había perdido toda esperanza con Lenna si no que ahora me odiaba.

Me ponía nervioso lo que Lenna pudiera hacer, ella era un huracán apunto de estallar siempre y por eso debía estar con cuidado con ella.

—Lo siento, pero Ryan comenzó a estar con esa chica y debía darle celos—Se veía arrepentida y yo solo suspiré, no entendía como el idiota de Eduardo la aguantaba.

—Solo vete a tu jodida casa y deja de provocar tanta mierda.

No espere a ver su reacción o alguna respuesta, debía buscar a Lenna pero no hoy, si en este momento iba a verla me cortaría las bolas y no quería eso, aún no..

Solo esperaba que dejara de ser una niña y me escuchara si no, tendría que amordazarla y esa idea no me desagradaba.

Lenna

Idiota, idiota, idiota.

Venia repitiendo esas palabras todo el camino a casa, por suerte pude conseguir un maldito taxi, me moría de frío y solo quería llegar a mi casa y pensar en varias formas de matar a alessandro.

Mierda, ni siquiera tenía motivos para hacerlo, no éramos nada y eso era lo más jodido, quería que él fuera mío como yo era suya.

En toda la noche no pude dormir, por muy dramática que se escuchara no podía dejar de pensar en esa pelirroja, sentía que la había visto en algún lado pero no comprendía en donde.

Daba mil vueltas en la cama pero por fin el sueño había podido conmigo..

Mientras mis ojos se acostumbraban a él sol matutino, podía escuchar voces abajo y solo quería que se callaran, supe que mis padres habían regresado temprano de la casa de alessandro pero supuse que seguirían durmiendo.

Suspirando mire la hora en mi celular, viendo que tenía más de 40 llamadas perdidas, 20 eran de mi hermano y la otra mitad de alessandro.

Apagándolo baje de la cama para bajar a la cocina y saber quien coño eran esas voces.

Bajando me topé con Ericka en el sofá, ella estaba durmiendo y la envidiaba por tener un sueño pesado.

Girando note la presencia de mis padres, mi hermano no estaba pero sabía el dónde estaba, había leído un mensaje dónde decía que no estaría en casa y estaría con una chica.

Y por último estaba ahí, alessandro, él comía uvas (mis uvas) mientras mi madre le platicaba de no sé qué y él se reía, parecían estar absortos en su conversación que ni siquiera me notaron.

Entonces alessandro giró la cabeza y pudo notarme, sentía un ligero brillo en ellos pero no quería hacerme una idea idiota.

Poco a poco mi mente recapituló la situación de hace poco menos de unas horas atrás, y volvía a estar enojada.

—¿Que hace el aquí?—no esperaba que mi tono sonara grosero pero no podía evitarlo.

Mi padre no dijo nada, como normalmente lo hacía, pero mi madre si hablo mirándome mal.

FRIENDS  [borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora