Capitulo 13

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ALESSANDRO

Hace 16 años atrás...

Simón siempre había sido mi amigo, desde los primeros años en que entré al orfanato y sus padres los obligaban a ir nos hicimos "inseparables" a la mierda eso.

Desde el primer instante en que vi a su hermana, supe que debía ser cercano a ellos, esa niñita que apenas y media lo de mis pies hasta mi cintura me había cautivado.

Sus ojos siempre me habían parecido una fascinación, eran verdes e inocentes, con un brillo incomparable que los hacía ver como dos piedras preciosas.

Solía ir con vestidos rosas o azules, nunca verdes, morados o de algún otro tipo de color.

Cargaba consigo un pequeño peluche, jamás lo soltaba, ella no me había notado, estaba con unas señoras que se encargaban de nosotros aquí.

Solían decirle lo linda que eran, y eso me enfurecía, digo, si lo era, pero solo era una niña tonta, su brillo me cegaba de alguna manera, pero idiota mente quería que solo me mirara a mi.

Salgo de esa habitación hecho una furia, voy hasta uno de esos idiotas niños y comienzan a correr del miedo.

Solo hay uno que se queda congelado.

—¿Eres Evan?—asiente pálido.

—Deja de portarte como una maldita niña y ayúdame—asintió con la cabeza mientras me seguía, miraba por todos lados para que nadie pudiera escucharnos.

—¿Que estarías dispuesto hacer por tu libertad Evan?—me senté en una de estas tontas butacas donde estudiábamos.

Trago saliva y comenzó a jugar con sus manos.

—Lo que sea.

Él tenía entre unos 8 o 9 años, era hasta el momento el más grande, pues los que ya tenían de 12 para arriba los llevaban a otra casa hogar.

—Bien—me cruce de brazos—, ¿haz notado a esa niña de vestido rosa?

Asintió cabizbajo—Pues no la estés viendo mucho, ¿okey?

Volvió a asentir frenéticamente.

—Quiero que le quites ese peluche que lleva con ella.

Me miro asustado—Pero...La señorita Alice dijo que no la molestáramos, que nos llevaría al cuarto de castigo.

Me frustre y me levante, era más alto que todos estos idiotas.

Alzó la mirada y temblaba.

—¿prefieres que te siga golpeando?—me miro aterrorizado—¿Oh prefieres una maldita semana en el cuarto de castigo?

Se la pensó y entonces con su mirada supe que era lo que había decidido, sonreí y le hice una señal de que se largara hacer lo que le había exigido.

Dejé pasar unos minutos y por fin salí del salón, a unos pocos minutos visualicé a Evan con otros dos de sus amigos, ellos tenían acorralada a la pequeña de ojos verdes.

Escondía su cabeza en el peluche, la rodeaban y ella sollozaba, entonces Evan lo hizo, le arrancó la cabeza a su peluche y ella ahogó un suave grito.

Fue tan fascinante ver como sus ojos se abrieron de golpe, su pequeña mano intentando alcanzar la otra extremidad de su peluche.

—¿Por que lo hiciste?—lo miraba con un poco de miedo y enojo.

Ahí fue cuando me acerqué, los tres se tensaron y sonreí internamente.

—La niña te pregunto algo Evan.

FRIENDS  [borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora