FRIENDS [borrador]

Capítulo 15

Maratón 2/3

ALESSANDRO

Tenía a gente buscándola en las calles, en su trabajo y en lugares concurridos de ella.

Ya me habían dicho dos personas que puse a vigilarla que no la habían visto ni cuando salió ni cuando apago las cámaras.

—¡Búsquenla!—No podían ellos encontraría antes que yo, le contarían lo que hice y ella se alejaría de mi.

—¡si señor—les hice con un gesto de fastidio que se largaran, subí rápido a su habitación buscando algún indicio de donde puede estar.

—¡Mierda!—tiró las cosas que están en su mueble desesperado.

Salí de la casa, no podía seguir viendo a estos idiotas, ya había apuñalado a dos y si seguía así mataría a todos estos incompetentes.

Abrí la puerta de mi vehículo y me voy a mi casa, ahí tengo todo un sistema para rastrear a Lenna, mientras conduzco pienso en que lugares pueden estar.

Al llegar intento abrir la puerta pero esta se abre por si sola, me pongo alerta y saco mi arma que tenía guardada en mi espalda.

Camino vigilando mi espalda y me voy a la cocina, esta sola, voy hasta la sala y por la ventana miro el jardín vacío, entonces un suave sollozo me hace bajar la vista.

Lenna está mirando el jardín y no nota mi presencia y guardo el arma rápidamente, hago ruido y ella se levanta.

Su ojos están rojos de tanto llorar y al verme llora más fuerte.

—Bonita...

No termino y ella estira sus brazos para que la abrazo, voy rápidamente hasta ella y la consuelo.

—Perdóname, no era enserio lo que decía—lloraba cada vez más fuerte y me estaba rompiendo el corazón.

—Tranquila Lenna, ya paso, lo entiendo.

Trataba de consolarla lo más  que pudiera y ella sentía cada vez más tranquila.

—¿Por que viniste hasta acá?—No le reclamaba, de hecho quería hacerle plática para que estuviera tranquila.

Ella no contesto y se acurruco más en mi, su cabeza estaba en mi pecho y yo le acariciaba el cabello.

—No quería estar en casa, cuando mi hermano llegara y Ericka le dijera algo.

Le bese la frente y ella alzó la mirada en mi.

—Perdóname Alessandro, enserio era mentira todo lo que le dije.

—Tranquila bonita, ya paso.

Nos quedamos por un par de minutos y entonces habla.

—¿A donde fuiste?—suspiro y sonrió.

—Solo, aproveche para hacer algo del trabajo.

—Me asuste.

Dice al fin y la suelto para que podamos conversar.

—Te dije que te voy a proteger siempre Lenna—colocó un mechón de cabello atrás de su oreja—, siempre Lenna.

Nota mi gesto y se sonroja, sonrió y ella me golpea.

—No te burles de mi.

Hace un suave puchero y la atraigo hasta a mi y la besó, su suave boca me recibe, toda tensión que ese par de idiotas habían provocado se comienza a esfumar.

Lenna me acerca más a ella y sujeta mi cuello para que no me aparta, en un momento a otro se subí sobre mi.

Me sorprendo por su atrevimiento y sonríe.