Capitulo 18

2.5K 114 34
                                    

Maratón 1/? (Especial por los 100k)
LENNA

Quería aclarar muchas cosas con Alessandro, debíamos hablar, eso era lo mejor para una relación, no estaba segura si esto era un conjunto.

Pero al verlo ahí, parado frente a mi me hizo pensar que si lo éramos, las palabras salían de mi, cada palabra que saliera de ambos iba a ser primordial para la solución de los problemas.

Pero no podía seguir con esto, prácticamente toda mi vida tuve un flechazo con Alessandro, pero estaba agotada, no era solo esto, era todo lo que vino desde el momento en que decidimos llevar todo esto al segundo nivel.

No deseaba mirar al hombre que me mentía, que hacía daño a otras personas y sobre todo, al padre del hijo que había perdido.

¿Es que acaso, yo estaba rota?

Oh por que siempre debo arruinar algo, esa cosa inocente que se formaba en mi, me abrace a mi misma buscando consuelo, para este punto, mi hermano ya habrá dicho todo a mis padres, no solo era una maldita vergüenza para todo el  mundo, también para mi misma.

No podía siquiera mantener algo sin arruinarlo, era una idiota.

—Lenna...

Dijo sacándome de la miseria, pero solo fueron segundos para después caer más profundo en ese poso.

Las lágrimas seguían brotando de mi y él se acercaba cada vez más a mi.

—¡Que te alejes de mi!

Mi grito nos tomó por sorpresa a los dos, se detuvo abruptamente, trago saliva y asintió.

—No me voy acercar—levantó las manos—, mira, me estoy alejando.

Me abrazaba cada vez más, queriendo desaparecer.

—Lenna escúchame.

—lárgate.

Cerraba los ojos dejando que las lágrimas recorrieran mis mejillas, no tenía ganas de mirarlo.

—Por favor bonita, no hagas esto, no me apartes nuevamente.

—Eres un monstruo.

Lo dije con tanto odio que él negó con los ojos aún aterrorizados.

—No digas eso Lenna, tú no por favor.

Y sin importarle lo que le había pedido hace un momento se sentó a lado de mi, trate de alejarme.

—¡Vete!

Gritaba repetidamente, sabía que él no tenía ni la mitad de culpa de lo que me sucedía y me sucedería, pero él estaba ahí, siempre lo había estado, y eso de alguna manera hizo que mi cabeza pensara que era el único a quien debía culpar de todo esto.

Mis gritos se volvieron mas desgarradores que dos enfermeras y un doctor entraron corriendo.

—Lenna.

Trato de tocar mi brazo y como si ese simple gesto me lastimara comencé a llorar pidiéndole que se fuera.

—Señor, necesito que se retire de esta habitación.

Una enfermera trataba de buscar un tranquilizante.

—¡No me iré de aquí!—Su grito solo me hacía querer desaparecer.

—señor, por favor retírese.

—¡Escúchame!—Me tocó los hombros.

—¡No toque a la paciente!

FRIENDS  [borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora