𝓞𝓾𝓻 𝓓𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝔂

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟔: 𝐂𝐚𝐦𝐛𝐢𝐨𝐬 𝐚𝐛𝐫𝐮𝐩𝐭𝐨𝐬.

Nombre: Our Destiny (Nuestro destino)
Autor/a Original: MistyMayDawn, ProjetoAniverse
Idioma original: Portugués
Plataforma: Archive of our Own (Ao3)

Si no te gusta no leas. 😽

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De pie frente al espejo largo y rodeado por varias costureras que se apresuraban a darle los toques finales a su atuendo formal, Giyuu miró fijamente su reflejo con una mirada distante y en blanco. La ropa ajustada, toda de negro y elegante, compuesta por pantalón, chaqueta y chaleco, costó buena parte de la poca reserva de las arcas del reino. Tamayo parecía lejos de la serenidad que usualmente transmitía, ya que la beta estaba abrumada con tantas tareas que debían estar listas antes de la boda, por lo que la mujer solo echó un vistazo al traje formal del príncipe omega y lo aprobó, saliendo para hacer algo después. Ahora, con las costureras y el ama de llaves ausentes, Makomo se encontró sola con Tomioka.

Nerviosa y luciendo un vestido largo azul marino con detalles rosas, Urokodaki se acercó temerosa al príncipe. No lo miró, no parecía abierto al diálogo desde el fatídico día en que Sabito invadió la casa del plebeyo pelirrojo y luego llegó al castillo enfurecido, dejando a todos los sirvientes con un signo de interrogación en el rostro. Sabito se había mantenido alejado de su hermano hasta entonces, como si estuviera avergonzado de él. Honestamente, Giyuu amaba mucho a su hermano y nunca había dudado de que era correspondido, pero algo dentro de él decía que Sabito nunca más lo miraría a la cara. Después de todo, el omega perdió su pureza antes del matrimonio y eso empañó el honor de la familia real.

Por otro lado, Makomo sabía que había hecho algo mal, a pesar de haber sido con las mejores intenciones, pero la chica nunca se había arrepentido tanto de algo como ahora. La omega estaba arreglando la pajarita de Giyuu y le molestaba que evitara mirarla.

— Vale, estás perfectamente vestido para tu boda. — dijo Makomo, dando una débil sonrisa que no fue correspondida, Tomioka le dio la espalda y se dirigió hacia la salida de la habitación. — ¡Espera, Príncipe Giyuu! Por favor perdóname, sé que lo que hice estuvo mal. — Suplicó la niña entre lágrimas, pero él la ignoró y siguió su camino.

Ese día, frente al altar, el sacerdote, los invitados y su prometido Obanai Rengoku, Giyuu se enfrentó a la puerta de entrada de la iglesia gótica esperando la posibilidad de que apareciera cierto alfa pelirrojo. A pesar de saber que esto sería un escándalo y que Tanjiro probablemente sería encerrado en el calabozo, todavía quedaba ese rayo de esperanza. De mala gana, cuando el sacerdote le preguntó si aceptaría permanecer casado hasta que la muerte los separe, Giyuu respondió "sí". Obanai, antes de responder esa pregunta, miró a Mitsuri Kanroji con cara triste.

Tomioka observó a toda la iglesia: los nobles invitados que nunca había visto en su vida con caras felices celebrando una boda entre Nagi y Taiyo, ya que significaba que ahora el reino sería próspero; el anillo en su dedo anular prácticamente gritaba que ahora estaba condicionado a un alfa que no amaba, la mirada heterocromática enamorada de su guardia real. Todo era insoportable, esa es la palabra que usaría Giyuu para describir ese momento.

— Un momento a todos — Hablo Sabito, llamando la atención de casi doscientos invitados. Se levantó del banco de la iglesia, donde se sentó sin mirar a Giyuu durante toda la ceremonia. — Tengo un anuncio que hacer.

Sabito caminó hacia el altar y fue seguido por todos los presentes. Giyuu llegó a pensar que no había podido guardar el deshonroso secreto y que ahora lo revelaría a todos, sería un escándalo. Sin embargo, tan pronto como pasó junto a Tomioka y su prometido como si no estuvieran allí, Giyuu dejó escapar un suspiro de alivio. El príncipe heredero se dirigió hacia las damas de honor, que estaban todas paradas en fila. Se arrodilló frente a Makomo, quien lo miró asustada y sintiendo sus mejillas enrojecer.