Capítulo 24

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Jungkook

-¿Dónde estás ahora? -pregunta Jimin, su hermoso rostro mirándome desde la pantalla de mi teléfono.

-Nos dirigimos al reino de Storm Forest, pero tenemos bastantes horas de viaje antes de llegar allí. -suspiro, deseando no haber necesitado los aviones de Gabriel para los refugiados y poder volar esas largas distancias.

-Bosque de Tormenta. -Jimin murmura, con los ojos iluminados-. ¿Eso significa que por fin podrás ver algunos árboles?

Riendo entre dientes, giro mi teléfono hacia la ventana, para que pueda ver las salinas onduladas volando en la distancia.

-No, lamentablemente eligieron su nombre para honrar las tierras ancestrales que dejaron antes de llegar a los territorios ocultos. Me temo que los únicos árboles aquí son los que están plantados en los jardines de Gabriel.

El rostro de Jimin cae y sus labios forman un puchero adorable, pidiendo ser besado.

-No sé cómo pueden soportarlo.

-Mi pobre pequeño lobo del bosque. -ronroneo con simpatía-. El bosque de nuestros sueños no es suficiente, ¿verdad?

Él niega con la cabeza.

-No es lo mismo, al igual que estar contigo allí no es lo mismo que estar contigo en la realidad.

-Lo sé bebé. Yo también lo siento así.

No agrego que me vuelve loco; que poder abrazarlo y amarlo en ese lugar secreto que sólo nuestros lobos pueden encontrar, no es nada comparado con tenerlo conmigo. Todas las mañanas me despierto sufriendo por él, en más de un sentido.

-¿Cuántos días? -pregunta Jimin, dándome una mirada sensual que me dice que sabe exactamente cuánto lo anhelo. Cómo desearía no estar en la parte trasera de un auto rodeado de mis hombres, y que él no estuviera actualmente acurrucado con los cachorros en la guardería.

"Podríamos detenernos". Mi lobo sugiere astutamente. "Escápate y haz que él haga lo mismo".

"No". Respondo, esto no me gusta más que a él. "Necesitamos seguir moviéndonos y Jimin necesita descansar".

-Cinco. -finalmente respondo, resistiendo la tentación de ajustarme los pantalones-. Cinco días más y estaremos juntos de nuevo.

Jimin vuelve a hacer pucheros y mi lobo retumba en mi cabeza.

"Lobo travieso, tentándome de esta manera. ¿No sabe lo delicioso que se ve? Debería ser ilegal tener unos labios tan carnosos y deliciosos".

Jimin tiembla visiblemente y me doy cuenta de que he gruñido en voz alta. Sin querer o no, no me arrepiento. Me encanta ver a mi dulce pareja retorcerse de anticipación y deseo. Baja la mirada en señal de sumisión y mi gruñido se convierte en un ronroneo de satisfacción.

-No puedo esperar a verte.

-Yo también. -él confirma, sonrojándose-. Sin embargo, hay algo de lo que necesito hablar contigo.

-¿De qué se trata? -pregunto, no me gusta la repentina nota sombría en su voz sedosa-. Puedes decirme lo que sea, cariño.

-Bueno, estaba hablando con Jae-sang y él se ofreció a ayudarme a localizar a mi madre. -confiesa, sonando nervioso ahora.

Mi corazón se ablanda.

-Por supuesto, todos te ayudaremos, cariño. Tan pronto como nos ocupemos de Damon, la encontraremos.

-No, Jungkook, ese es el problema. -Jimin admite con una mueca-. No creo que deba esperar. Creo que necesito encontrarla lo antes posible.

Intento mantener mi cara en blanco mientras asimilo esta información. Jimin no lo ha dicho, pero entiendo que esté hablando de otra separación. No hay manera de que pueda ir en esa búsqueda con él, lo que significa que quiere hacerlo solo. Mi lobo se opone rotundamente a esta idea y eso no me hace más feliz. Aún así, no quiero negarme sin tener en cuenta sus sentimientos.

Sυʂƚιƚυƚσ αƈƈιԃҽɳƚαʅ ραɾα ҽʅ Aʅϝα࿐𝒱𝑜𝓁. 𝐼VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora