Capítulo 37

870 171 8
                                    

Jimin

No he estado en la guardería desde que se supo la noticia de la supuesta muerte de Jungkook, y cuando entro soy recibido con un coro de gritos de niños emocionados.

Me arrodillo y abro los brazos a los cachorros, asegurándome de besar cada mejilla y nariz que puedo alcanzar.

-Jimin, ¿dónde has estado? -una de las chicas mayores exige, cruzando los brazos sobre el pecho-. ¡Han pasado años y años!

-La señorita Isabel dijo que estabas enferma. -alguien más interviene antes de que pueda responder-. Puedes tomar prestado a Teddy si quieres, él siempre me hace sentir mejor.

Están todos clamando respuestas a la vez, y lo único que puedo hacer es ofrecerles abrazos y disculpas por mi ausencia.

-¡Oh gracias! Lo sé, he estado ausente demasiado tiempo, pero no quería permanecer alejado. Ese médico malvado me ordenó quedarme en cama. Prometo que estoy mejor ahora, los he extrañado mucho a todos.

Llueven más preguntas, pero entonces la voz firme pero amorosa de Isabel suena desde algún lugar encima de nosotros.

-Muy bien cachorros, no abrumemos a nuestro príncipe. Denle algo de espacio para respirar.

Miro hacia arriba y encuentro a Sadie en un portabebés que mira hacia adelante sobre su pecho, y aunque Isabel intenta parecer severa, la bebé sonríe y se ríe mientras salta en su asiento de tela. Por supuesto, a ninguno de nosotros nos agrada la sugerencia de la matrona, y simplemente muestro mis colmillos y abrazo a los pequeños más cerca, riéndome cuando sus gruñidos inmaduros se unen a mis propios ruidos defensivos.

Isabel levanta las manos con exasperación.

-Hagan lo que quieran entonces. -retrocede, pero nos vigila constantemente mientras seguimos charlando.

-¿Es cierto que el Alfa ha vuelto? -un niño pequeño pregunta suavemente, su aliento ansioso revolotea contra mi cuello.

-¡Por supuesto que lo es! -otra vocecita lo reprende, un poco engreída por no estar al tanto-. Todos lo vieron cargando a Jimin por los pasillos.

Varias de las niñas se ríen con entusiasmo, pero el primer cachorro solo se queja de sus travesuras.

-¡Bueno, no lo sé! -se queja, sonando completamente ofendido mientras se acurruca un poco más a mi lado-. El otro día todo el mundo decía que estaba muerto.

-Tuvimos un susto. -le explico con cuidado-. Pero nos equivocamos. Alfa Jungkook está vivo y ya está en casa.

Me arrepiento de las palabras casi tan pronto como las dije, porque varios de los cachorros de repente parecen esperanzados. Prácticamente puedo ver los pensamientos corriendo por sus mentes, preguntándose si estábamos equivocados con respecto a Jungkook, entonces tal vez también estábamos equivocados con respecto a sus padres.

-¿Cómo es que te equivocaste? -el chico en mis brazos pregunta, confirmando mis sospechas.

-Bueno, nunca creí que estuviera muerto. -comparto, preguntándome si es mejor o peor ser transparente cuando son tan jovenes-. Pero eso es sólo porque es mi compañero. El Rey y los otros Alfas no tienen la misma conexión con él, por lo que no tenían motivos para tener esperanzas.

No es la historia completa, pero es lo mejor que puedo hacer dadas las circunstancias.

-¿Tiene sentido?

Veo caer a varias caritas tristes, sin duda reflexionando sobre sus propias experiencias con vínculos rotos. Me duele el corazón por ellos, incluso cuando una de las chicas asiente con tristeza.

Sυʂƚιƚυƚσ αƈƈιԃҽɳƚαʅ ραɾα ҽʅ Aʅϝα࿐𝒱𝑜𝓁. 𝐼VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora