Capítulo 11

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Mis pesadillas fueron peores que nunca la noche después de mi segunda sesión con Lion, y me despierto revolcándome en mi nido, con Philippe flotando sobre mí, sacudiéndome vigorosamente. Grito y retrocedo, y él se aleja de mí con las manos extendidas a modo de disculpa.

-Está bien, lo siento. No sabía de qué otra manera despertarte.

Tomo unas cuantas bocanadas de aire, tratando de calmar mi corazón acelerado. Minho envía destellos de preocupación a través de nuestro vínculo, e inmediatamente tomo mi teléfono y enciendo la grabación de los ronroneos de Jungkook.

-Esto se está yendo de las manos, Jimin. -Philippe regaña, todavía de pie junto a la cama.

-Lo tengo bajo control.

-No es cierto. -él corta-. Soy responsable de tí, Jungkook puso su confianza en mí para cuidarte, no puedo dejar que esto continúe.

-Eres mi guardia personal, Philippe. -le recuerdo con la voz más severa que puedo-. Es una relación muy íntima y tiene que haber confianza entre nosotros. Escuchas todo lo que hago, todo lo que digo, ya sea que esté enfermo del estómago o estoy hablando por teléfono con alguien, pero este es un asunto privado del que sólo estás al tanto debido a tu posición y tengo que poder confiar en que no traicionarás mi privacidad, de lo contrario, este acuerdo no funcionará.

-Puede que sea tu guardia personal, pero todavía respondo ante el Jungkook y él no aprobaría esto.

Philippe contraataca, cruzando los brazos sobre el pecho.

-También accediste a ayudarnos con la hipnosis a sus espaldas. -le recuerdo-. Ahora, ¿quieres decirle que te ordené que no dijeras una palabra sobre esto y que obedeciste por respeto a nuestra relación, o quieres decirle que estabas bien con ser desleal solo con él hasta que tuviste motivos para serme desleal a mí?

Philippe entrecierra los ojos.

-No me agradas mucho en este momento.

-No creo que esas palabras sean las más adecuadas en este momento. -respondo, poniéndome de pie-. Pero aprecio tu honestidad.

Él gruñe mientras me acerco hacia la puerta.

-¿Adónde vas?

-A encontrar a alguien más amable que tú. -me pongo la bata y me siento agradecido de haber ido en contra de los deseos de Jungkook y haber seguido usando pijamas mientras él no está.

Por supuesto, sé que se sentirá decepcionado porque me perdí otra cita, pero cuando me pierdo en mis terrores nocturnos, no hay forma de encontrarlo.

Camino por los pasillos hasta el dormitorio de Hoseok, sin molestarme en tocar la puerta antes de entrar.

Él se mueve cuando me subo a la cama, gimiendo adormilado. -¿Jimin?

-¿Puedo dormir contigo? -pregunto, acurrucándome contra él y suspirando mientras sus brazos me rodean.

-Por supuesto -asiente sin dudarlo-, Aunque me sorprende que no quieras estar en tu nido.

-No quiero estar solo.

-¿Pesadillas? -adivina, demasiado familiarizada con el fenómeno. Asiento lastimosamente y él me toma de la mano. -Vamos, entonces.

Philippe pone los ojos en blanco cuando la puerta se abre de nuevo y Hoseok con los ojos llorosos, me lleva de regreso a mi habitación.

No me quejo cuando él me dirige de regreso a mi cama y se acuesta conmigo, y no se inmuta cuando enciendo los ronroneos de Jungkook.

-Gracias. -murmuro contra su cabello-. Necesitaba esto.

Veo a mi hermano sonriendo por el rabillo del ojo y le doy un codazo.

Sυʂƚιƚυƚσ αƈƈιԃҽɳƚαʅ ραɾα ҽʅ Aʅϝα࿐𝒱𝑜𝓁. 𝐼VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora