Capítulo: El Chisme del Transporte
Cada día, Carolina tomaba su transporte para regresar a casa después de la escuela. Era un momento tranquilo para relajarse después de un día agitado, pero a veces, la paz se veía interrumpida por el alboroto del chico más chismoso del transporte: David.
Un día, mientras Carolina esperaba su turno para subir al transporte, escuchó la voz de David resonando desde la distancia. "¡Rubiaaaa, ven acá!", gritó David, haciendo que Carolina se girara con sorpresa.
Antes de que Carolina pudiera reaccionar, David se atragantó con una tostada, causando una escena cómica que provocó risas entre los demás pasajeros. Mientras David tosía y se recuperaba, Carolina no pudo evitar sentirse intrigada por lo que tenía que decirle.
Finalmente, David logró recuperar el aliento y se acercó a Carolina con una expresión de complicidad en su rostro. "Mira, Carolina", comenzó David en voz baja, "tengo algo que decirte".
Carolina frunció el ceño, preguntándose qué clase de chisme podía tener David esta vez. "¿Qué pasa?", preguntó con curiosidad.
David bajó aún más la voz, como si estuviera revelando un secreto de estado. "Escucha, vi a tu hermano menor hablando con un par de chicos del vecindario el otro día", dijo en tono conspiratorio.
Carolina se quedó perpleja. ¿Qué tenía que ver su hermano menor con esto? "¿Y qué tiene de malo?", preguntó, confundida.
David le lanzó una mirada significativa. "Nada, a menos que no quieras que tu hermano se entere de ciertas cosas", insinuó.
Entonces, todo cobró sentido para Carolina. David estaba tratando de chantajearla. "¿Qué quieres?", preguntó Carolina, sintiendo un nudo en el estómago.
David sonrió con malicia. "Oh, nada demasiado complicado", dijo casualmente. "Solo cien pesos para mantener mi boca cerrada. O de lo contrario, podrían ocurrir algunos 'accidentes' frente a tu casa".
Carolina apretó los puños con frustración. No podía creer que David estuviera tratando de extorsionarla de esa manera. "Está bien", dijo finalmente, sacando su billetera y entregándole el dinero a David. "Pero esto no se queda así".
David asintió con satisfacción y se alejó, dejando a Carolina sintiéndose impotente y enfurecida. Sabía que tenía que encontrar una manera de lidiar con David y detener sus chantajes antes de que fueran demasiado lejos.
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Mi amor no correspondido
SachbücherCarolina es una joven de 12 años que acaba de entrar a la secundaria. Según todos, esta es un chica de carácter fuerte, sin sentimientos que la obliguen a estar perdidamente enamorada de alguien, estaba enamorada de un compañero de clases hace 1 año...