Carolina, una estudiante de primer año de secundaria, no podía dejar de pensar en Marcos, el chico de tercero que la tenía completamente hechizada. Con su cabello rubio y sus ojos azules, era el centro de atención de muchas chicas en la escuela, y para Carolina, él era simplemente irresistible. Sin embargo, todo había cambiado desde el día que sus amigas Ana y María le habían confesado sus sentimientos a Marcos, y él la había ignorado por completo.
La semana siguiente fue un verdadero tormento. Ana y María, intentando animar a Carolina, habían cometido un grave error: le contaron el secreto a sus amigos más cercanos, y en poco tiempo, toda la escuela sabía que Carolina estaba enamorada de Marcos. No pasó mucho tiempo antes de que empezaran los rumores y las preguntas constantes.
En el recreo, mientras Carolina intentaba comer su almuerzo en paz, un grupo de compañeros se le acercó con sonrisas burlonas.
"¡Hey, Carolina! ¿Es verdad que estás enamorada de Marcos?", preguntó Pedro, uno de los chicos de su clase, con una sonrisa maliciosa.
Carolina suspiró, tratando de mantener la calma. "No, no es verdad. No sé de dónde sacaste eso."
"¿En serio? Porque Ana y María dijeron que sí", insistió Marta, una de las chicas más chismosas del grupo.
"No, están equivocadas", respondió Carolina, empezando a sentirse agobiada.
"¿Sabes cuál es su color favorito?", preguntó Juan, otro compañero.
"No, y tampoco me importa", respondió Carolina, tratando de parecer indiferente.
"¿Qué música le gusta?", inquirió Clara.
"No lo sé y no me interesa", volvió a decir Carolina, sintiendo la presión aumentar.
Las preguntas seguían llegando una tras otra, a pesar de sus negativas.
"¿Le gustan los perros o los gatos?"
"No lo sé.""¿Sabe nadar?"
"No lo sé.""¿Cuál es su comida favorita?"
"No lo sé.""¿Tiene hermanos?"
"No lo sé.""¿En qué actividades extracurriculares participa?"
"No lo sé."Carolina intentaba mantener la compostura, pero se sentía cada vez más abrumada. No había terminado de responder una pregunta cuando ya le lanzaban otra.
"¿Qué deporte practica?"
"No lo sé.""¿Le gustan los videojuegos?"
"No lo sé.""¿Tiene novia?"
"No lo sé.""¿Qué hace en su tiempo libre?"
"No lo sé.""¿Dónde vive?"
"No lo sé.""¿Cómo se llama su mejor amigo?"
"No lo sé.""¿Qué materias le gustan?"
"No lo sé.""¿Qué materia odia?"
"No lo sé.""¿Cuál es su película favorita?"
"No lo sé.""¿Cuál es su serie favorita?"
"No lo sé.""¿Tiene alguna alergia?"
"No lo sé.""¿Qué tal son sus calificaciones?"
"No lo sé.""¿Qué quiere estudiar en la universidad?"
"No lo sé."Finalmente, Carolina no pudo más. Se levantó de su asiento y, con lágrimas en los ojos, se alejó del grupo, dejando su almuerzo a medio terminar. Corrió hacia el baño, buscando un lugar donde poder estar sola y respirar. Sentía una mezcla de frustración y tristeza que la abrumaba.
Ana y María la encontraron unos minutos después, preocupadas. "Carolina, lo sentimos mucho. No queríamos que esto se saliera de control", dijo Ana, abrazándola.
"Sí, lo hicimos para animarte, no para hacerte sentir peor", agregó María.
Carolina, aunque aún estaba dolida, sabía que sus amigas solo habían intentado ayudarla. "Lo sé, chicas. Solo... necesito un poco de tiempo para superarlo."
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Mi amor no correspondido
No FicciónCarolina es una joven de 12 años que acaba de entrar a la secundaria. Según todos, esta es un chica de carácter fuerte, sin sentimientos que la obliguen a estar perdidamente enamorada de alguien, estaba enamorada de un compañero de clases hace 1 año...