Capítulo 19

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Carolina se encontraba en los pasillos de la escuela, siguiendo las indicaciones de su amiga Estella para devolverle el teléfono que esta había dejado en el aula de Marcos por accidente. Mientras se dirigía hacia el aula 10, donde supuestamente estaba el teléfono, una sensación incómoda comenzó a apoderarse de ella.

Se detuvo en seco y comenzó a reflexionar sobre la situación. ¿Realmente debería ir al aula de Marcos? ¿Qué pasaría si lo encontraba allí? Se mordió el labio nerviosamente mientras consideraba sus opciones.

Finalmente, decidió llamar a Estella para confirmar la ubicación del teléfono. Después de todo, no quería arriesgarse a encontrarse con Marcos sin necesidad. Estella respondió al teléfono con voz animada, preguntando si Carolina había encontrado el teléfono.

Carolina respiró aliviada y le explicó la situación. "Sí, estoy en camino al aula 10, pero me detuve para pensar si era una buena idea", admitió. "¿Estás segura de que dejaste el teléfono allí?"

Estella confirmó que sí y le aseguró a Carolina que Marcos no estaría en el aula. Sin embargo, justo cuando Carolina se disponía a seguir adelante, vio a Marcos parado en la puerta del aula 10.

"No te preocupes, estaré allí en un minuto", dijo Carolina a Estella antes de colgar. Se acercó a Marcos con determinación, decidida a recuperar el teléfono de Estella y salir de allí lo más rápido posible.

Sin embargo, antes de que pudiera decir algo, Marcos habló con una actitud descarada. "¿Julia? ¿Quién es Julia?", preguntó, como si no supiera de qué estaba hablando.

Carolina se sintió indignada por la falta de sinceridad de Marcos. Era evidente que estaba tratando de ocultar algo, y eso solo aumentó su determinación de recuperar el teléfono y salir de allí lo antes posible.

"No te hagas el tonto, Marcos", respondió Carolina con firmeza. "Sabes muy bien de qué estoy hablando. Estoy aquí para devolverle el teléfono a Estella, así que, ¿dónde está?"

Marcos titubeó por un momento, pero finalmente cedió y le entregó el teléfono a Carolina. "Aquí tienes", dijo con un tono de resignación. "Dile a Estella que lo siento por el malentendido."

Carolina aceptó el teléfono con una sonrisa triunfante y se alejó de Marcos, sintiéndose satisfecha de haber resuelto la situación de manera rápida y eficiente. Ahora podía regresar el teléfono a Estella y olvidarse de todo el asunto.

Llegue al curso y lo primero que hice fue dirigir una mirada hacia Estella.

-Sí tenías tu teléfono en el aula 10, ¿como me llamaste?

-Haciedo magia

Me puse la mano en la punta de la nariz.

Mi amor no correspondido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora