Capítulo: Decisiones y Dignidad
El tiempo había pasado rápidamente, y ahora solo quedaban cuatro meses para que terminaran las clases. Carolina había intentado seguir adelante con su vida escolar de la manera más normal posible, pero la idea de confesar sus sentimientos a Marcos seguía acechándola en cada rincón de su mente.
Un día, mientras reflexionaba sobre qué hacer, Carolina se encontró con David, el chico del transporte que la había chantajeado con información sobre su hermano menor. A pesar de todo lo que había pasado, David todavía trataba de entrometerse en su vida.
David se acercó a ella con una sonrisa astuta. "Oye, Carolina", dijo con tono conspirador, "¿ya te decidiste a confesarle tus sentimientos a Marcos?"
Carolina frunció el ceño, sintiendo una mezcla de enojo y frustración. ¿Cómo podía David seguir metiéndose en sus asuntos? "No es asunto tuyo", respondió con firmeza.
Pero David no se dejó intimidar. "Solo te estoy recordando que tienes una oportunidad aquí", dijo, con un brillo de malicia en sus ojos. "Si te confiesas, podrías tener lo que quieres. ¿No es eso lo que has estado deseando todo este tiempo?"
Carolina se sintió tentada por las palabras de David. Después de todo, ¿no era eso lo que había estado esperando? ¿No sería más fácil simplemente enfrentar sus sentimientos y confesarlos de una vez por todas?
Pero entonces, una sensación de indignación comenzó a crecer en su interior. ¿Por qué debería tener que enfrentarse a sus sentimientos bajo la sombra de la manipulación de David? No iba a permitir que él dictara sus acciones ni determinara su destino.
Con una determinación renovada, Carolina miró fijamente a David y sacudió la cabeza. "No", dijo con firmeza. "No voy a hacerlo".
David la miró con sorpresa y confusión. "Pero, ¿por qué no? ¿No quieres estar con Marcos?"
Carolina respiró profundamente, recordando sus valores y su dignidad. "No voy a caer tan bajo por una persona que ni siquiera me interesa tanto", dijo con convicción. "No voy a permitir que tu chantaje me obligue a hacer algo que no quiero hacer".
Con esas palabras, Carolina se alejó de David, dejándolo atrás con una expresión de desconcierto en su rostro. Se sentía más fuerte y más segura que nunca, lista para enfrentar lo que fuera que el futuro le deparara, sin importar lo que pudiera venir. Porque sabía que, al final del día, su dignidad y su integridad eran lo más importante.
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Mi amor no correspondido
Non-FictionCarolina es una joven de 12 años que acaba de entrar a la secundaria. Según todos, esta es un chica de carácter fuerte, sin sentimientos que la obliguen a estar perdidamente enamorada de alguien, estaba enamorada de un compañero de clases hace 1 año...