Capítulo 17

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Título: "La confrontación en el comedor"

Carolina se encontraba sentada en el comedor, observando la escena frente a ella con una mezcla de incredulidad y preocupación. Había tenido una pequeña pelea con la novia de Marcos, pero ahora la atención se centraba en su amiga, María.

María, una chica que Carolina nunca había considerado una amiga cercana, estaba en el centro de la confrontación. Se había enfrentado directamente a la novia de Marcos y había comenzado a lanzarle insultos y burlas. Carolina se sintió atrapada en medio del conflicto, incapaz de apartar la mirada mientras María y la novia de Marcos intercambiaban palabras cada vez más ásperas.

Desde la distancia, Carolina observaba con preocupación cómo la situación se intensificaba rápidamente. Los insultos de María eran cada vez más hirientes, y la novia de Marcos estaba claramente molesta. Carolina sabía que tenía que intervenir antes de que la situación se saliera aún más de control, pero no sabía cómo hacerlo sin empeorar las cosas.

Novia de Marcos: ¡Ya basta, María! No tienes derecho a hablarme así. ¿Qué te he hecho yo para que me trates de esta manera?

María: Oh, ¿ahora te haces la víctima? Todos sabemos cómo eres realmente. Te aprietas demasiado los pantalones para que te marque la cintura, ¡y eso es solo el principio!

Carolina apretó los puños con frustración. No podía creer lo que estaba escuchando. Quería intervenir y defender a la novia de Marcos, pero se sentía paralizada por la situación. Sabía que cualquier cosa que dijera solo empeoraría las cosas, pero no podía quedarse sin hacer nada mientras su amiga insultaba a alguien de esa manera.

La novia de Marcos miró a su alrededor, buscando apoyo entre sus amigos, pero nadie se atrevía a intervenir. La tensión en el comedor era palpable, y Carolina sabía que tenía que hacer algo antes de que la situación se saliera completamente de control.

Carolina: ¡María, detente ya! No tienes derecho a hablarle así a nadie. ¿Qué te pasa?

La voz de Carolina resonó en el comedor, atrayendo la atención de todos los presentes. María se quedó mirando a Carolina con sorpresa, como si no esperara que su amiga la confrontara de esa manera.

María: ¿Qué te pasa a ti, Carolina? ¿Por qué estás defendiendo a esta...?

Antes de que María pudiera terminar la frase, Carolina se levantó de su asiento y se acercó a ella con determinación.

Carolina: No me importa lo que pienses tú o lo que piense nadie más. No tienes derecho a insultar a nadie de esta manera, y no puedo quedarme callada mientras lo haces.

María se quedó sin palabras, sorprendida por la firmeza de Carolina. La novia de Marcos aprovechó el momento para alejarse de la confrontación, visiblemente aliviada de que alguien hubiera intervenido para detener la pelea.

Con el paso de los minutos, la tensión en el comedor comenzó a disiparse lentamente. Carolina y María se quedaron mirándose en silencio, cada una procesando lo que acababa de suceder.

Finalmente, María rompió el silencio y se disculpó con la novia de Marcos por sus comentarios hirientes. Carolina se sintió aliviada al ver que María había reconocido su error y había aceptado la responsabilidad de sus acciones.

Después de ese día, Carolina se comprometió a no quedarse callada frente a la injusticia y a intervenir siempre que fuera necesario para resolver los conflictos y mantener la armonía entre sus amigos. Aunque sabía que no siempre sería fácil, estaba determinada a hacer lo correcto, incluso cuando eso significara enfrentarse a sus propios amigos.

Mi amor no correspondido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora