Capítulo 12: Intrigas en el recreo

1 0 0
                                    

Capítulo: Intrigas en el Recreo

El bullicio del patio de recreo envolvía mis pensamientos mientras caminaba junto a Dylan. Nuestra amistad había crecido tanto que ahora éramos inseparables, y eso, al parecer, no pasaba desapercibido para los demás. Siempre nos veían juntos, y las especulaciones sobre nuestra relación no cesaban.

Un día, mientras charlábamos animadamente cerca de la entrada, Dylan mencionó algo que me sorprendió. "¿Sabes que conozco a tu amigo Juan? Jugamos juntos en el equipo de baloncesto", dijo con una sonrisa.

Me sorprendió la revelación. Juan era más un conocido que un amigo cercano, y saber que tenía una conexión con Dylan me intrigó.

Antes de que pudiera procesar completamente la información, vi a Juan acercarse con su típica energía. Se abalanzó hacia mí con un abrazo cálido y amistoso, como siempre hacía.

"¡Caro! ¡Qué gusto verte!" exclamó Juan, irradiando su habitual alegría.

Me devolvió el abrazo y le devolví la sonrisa. "¡Hola, Juan! ¿Cómo estás?"

Durante nuestra conversación, noté que Marcos nos observaba desde lejos. Su mirada era intensa y no pude evitar sentirme incómoda bajo su escrutinio. ¿Por qué me importaba tanto lo que él pensara?

De repente, vi a Marcos acercarse a Juan. Traté de no prestarle atención, pero algo en su actitud me hizo sentir intranquila. ¿Qué estaba tramando?

Después de un rato, Dylan regresó con nuestras bebidas, y la conversación continuó. Pero mi mente seguía divagando, preguntándose qué habían estado hablando Marcos y Juan. ¿Era solo una coincidencia o había algo más?

Los días siguientes transcurrieron con la misma sensación de intriga en el aire. Seguía viendo a Marcos observándome desde la distancia, y cada vez que lo hacía, mi corazón latía con fuerza. ¿Qué estaba pasando en su mente?

Una tarde, durante el recreo, me encontré con Juan nuevamente. Esta vez, mientras charlábamos de cosas triviales, una idea cruzó mi mente: ¿Qué había estado tramando Marcos al hablar con Juan?

Decidí no abordar el tema directamente. Después de todo, Juan no era tan cercano a mí como para revelarme detalles de su conversación con Marcos.

En cambio, traté de disipar mis dudas, enfocándome en nuestra conversación. Sin embargo, no podía evitar sentir que había algo más detrás de todo esto.

A medida que pasaban los días, la sensación de intriga persistía. ¿Qué estaría planeando Marcos? ¿Y por qué me afectaba tanto? Quizás nunca sabría la verdad, pero una cosa era segura: algo entre nosotros había cambiado, y no sabía si alguna vez volvería a ser como antes.

Mi amor no correspondido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora