Capitulo 7: La coincidencia inesperada

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Capítulo: La Coincidencia Inesperada

El sol brillaba intensamente en el patio de la escuela, creando un ambiente perfecto para las actividades del día. Carolina estaba emocionada; se acercaba una obra de teatro escolar en la que participaría y se había vestido con esmero. Llevaba unos pantalones ajustados que resaltaban sus atributos y una camisa elegante que completaba su conjunto, haciéndola sentir segura y orgullosa de su apariencia.

Durante el recreo, Carolina y sus amigas Ana, María y Estella decidieron aprovechar la bonita atmósfera para tomar algunas fotos. El patio estaba decorado con flores y decoraciones primaverales, creando el escenario perfecto para una sesión de fotos improvisada. Las risas y las bromas llenaban el aire mientras buscaban el mejor ángulo y la mejor luz para sus fotos.

—¡Aquí se ve increíble! —dijo Ana, señalando un rincón del patio adornado con flores de colores brillantes.

—¡Perfecto! —respondió Carolina, colocándose en el centro del grupo.

María sacó su teléfono y comenzó a tomar fotos, mientras Estella y Ana se unían a Carolina en diferentes poses. Las risas y los comentarios divertidos continuaban mientras cambiaban de posiciones, disfrutando del momento y de la compañía mutua.

Justo cuando estaban en medio de la sesión de fotos, Marcos apareció en el patio con sus amigos. Estaban hablando y riendo, sin prestar demasiada atención a lo que sucedía a su alrededor. Carolina notó su presencia de inmediato, pero decidió ignorarlo y seguir disfrutando con sus amigas.

—¡Sonríe, Carolina! —gritó María mientras tomaba otra foto.

Carolina sonrió ampliamente, pero al revisar las fotos en el teléfono de María, notaron algo peculiar. En casi todas las fotos, Marcos aparecía en el fondo, a veces mirando hacia la cámara, otras veces riendo con sus amigos. Era como si hubiera decidido, sin saberlo, ser parte de su sesión de fotos.

—¡Mira esto! —exclamó Ana, señalando una foto en particular donde Marcos estaba claramente visible detrás de ellas.

—¡No puede ser! —dijo Estella, riendo—. Parece que no puede mantenerse alejado.

Carolina miró las fotos y no pudo evitar sonreír. Aunque trataba de no darle demasiada importancia, no podía evitar pensar en la coincidencia de que Marcos apareciera en todas las fotos.

—Qué coincidencia... —murmuró para sí misma, aunque una parte de ella se preguntaba si realmente lo era.

Sus amigas también notaron la frecuencia con la que Marcos aparecía en las fotos y comenzaron a hacer comentarios y bromas al respecto.

—Parece que tienes un admirador secreto —dijo Ana con una sonrisa pícara.

—O tal vez simplemente le gusta photobombear nuestras fotos —agregó María, riendo.

Carolina se encogió de hombros, tratando de mantener la calma. Aunque su corazón latía un poco más rápido al pensar en la posibilidad de que Marcos estuviera prestando atención a ella, sabía que no debía dejar que eso la distrajera de su objetivo: disfrutar del día y dar lo mejor de sí en la obra de teatro.

—Vamos, chicas, sigamos tomando fotos —dijo Carolina, tratando de desviar la atención de Marcos.

Siguieron posando y riendo, pero Carolina no pudo evitar echar un vistazo en dirección a Marcos de vez en cuando. Cada vez que lo veía, sentía una mezcla de emociones: nerviosismo, esperanza y una pizca de tristeza por lo complicado de su situación.

Al final del recreo, cuando estaban revisando las fotos nuevamente, Estella comentó:

—Carolina, no importa lo que pase con Marcos, recuerda que siempre te apoyaremos. Eres increíble y no necesitas la aprobación de nadie más para saberlo.

Las palabras de Estella resonaron profundamente en Carolina. Sonrió agradecida y abrazó a sus amigas. Sabía que, independientemente de lo que sucediera con Marcos, siempre tendría a sus amigas a su lado.

Cuando finalmente sonó la campana, señalando el final del recreo, Carolina se sintió renovada y lista para enfrentar el resto del día. Mientras caminaban de regreso a clase, no pudo evitar recordar una de las líneas de la canción "Boomerang" de Romeo Santos que tanto le gustaba:

"Haz lo que tú quieras, yo te amo, pero tarde o temprano, como un boomerang yo te aseguro que regresas a mis manos."

Carolina sabía que, sin importar las coincidencias o las apariciones inesperadas, debía seguir adelante y enfocarse en lo que era importante para ella. Si Marcos estaba destinado a regresar a su vida, sucedería en el momento adecuado. Por ahora, se centraría en ser la mejor versión de sí misma y en disfrutar de cada momento con sus amigas.

El día continuó, y Carolina se sintió más segura y decidida. Con sus amigas a su lado y la fuerza que encontraba en sí misma, estaba lista para enfrentar cualquier desafío, incluyendo las sorpresas que el destino pudiera traerle.

Mi amor no correspondido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora