Capitulo 14. Y tú, no lo pienses más

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Beatriz.

Es el día de la junta.

Mi computadora ha sido hackeada. Lo sé. Y sé que toda la red de Ecomoda está comprometida en éste punto. Así que no es viable ni si quiera imprimir el balance de la junta, por lo que tengo que hacerlo fuera de la empresa, y al final me decido por hacerlo en casa.

Y de alguna manera sé que también han ingresado al sistema de video de la oficina.

Han hecho lo que yo he tratado con desesperación hacer, pero por trabajo y sobretodo, por estar vigilada, no he podido lograr.

Así que en este punto tengo dos opciones, la primera es seguir tal cual voy o la otra es tratar de conseguir la ayuda de Daniel Valencia.

Pero presiento que lo último no es una opción. No solo por qué él no me ayudaría a dejar a Ecomoda en la ruina, si no por qué también, su hermana ha sido lastimada por mi y por Mireya.

Yo sé que es el amor de hermanos y si él ama todo lo que yo amo a mi hermana, sé que jamás aceptaría.

Por lo mientras, me centro en imprimir el informe desde mi casa. Aún que imprimo dos informes, uno con los números que he preparado y maquillado y otro que no tiene sentido.

Estoy segura que Olarte se llevará esa información y se la dará a Daniel Valencia.

Cuando llego a la oficina, las del cuartel ya están todas en sus puestos.

- Eso! Llegué tarde el día de la junta de accionistas, ¿la señora no quiere que también le traiga un café?- me dice Patricia siguiéndome hasta presidencia. - ¿No me va a contestar? ¿Ya se cree la muy importante ?

- Mire, Patricia, no tengo tiempo para sus arrebatos. Si quiere molestar a alguien, vaya al baño y véase al espejo. - respondo dando un portazo a la puerta principal de presidencia.

Resoplo, para después dar un grito enorme.

Don Armando y Don Daniel están sentados uno frente al otro, viéndome fijamente. Ni si quiera noté que estuvieran aquí.

- Doctores, buenos días. - digo avergonzada, pero también tensándome. Que Daniel Valencia esté aquí, quiere decir que tiene un plan.

- Un poco tarde, ¿no cree señorita? - dice Daniel.

- Don Armando ya sabía que llegaba a ésta hora, una disculpa de todos modos.- Le digo un poco más dura de lo que debería.

- Betty, ¿ya tiene eso preparado? - pregunta Don Armando- Por qué aquí el doctor está de afán.

- Claro, ya está listo solo necesito organizar todo en las carpetas. - Respondo, pero la mirada de Daniel es la que me penetra todavía más. Es su cara de incredulidad la que me da satisfacción y a su vez, confirma mi sospechas de estar siendo hackeada.

- Que bueno Beatriz, por favor ordene todo y después pasamos a la sala de juntas. - me dice Don Armando

Asiento y paso rápido a mi oficina, procedo a prender mi computadora y me pongo a ordenar en carpetas los documentos. Primero dejo en un cajón con fondo doble el informe original de la junta, para después, guardar arriba el maquillado. El cajón tiene llave, y no solo eso, un candado con combinación.

El teléfono suena.

- Presidencia Ecomoda.

- Beatriz, el Doctor Olarte está buscándola por qué hubo movimientos en los bancos hace un momento, dice que pase a su oficina.- me dice Patricia desde el otro lado de la línea.

- No lo creo, yo acabo de revisar. - le digo.

- Mire, yo cumplo con informarle. Aquí nadie le puede decir nada a usted por qué si no siempre arma escándalos y Armando la defiende. El Doctor Olarte simplemente me pidió el favor para no tener problemas con ustedes. - Dice Patricia bastante grosera antes de colgarme.

Por lo cual salgo de mi oficina, encontrando que está vacía la de Don Armando, creo que escucho voces desde la sala de juntas , la cual está conectada a presidencia.

Salgo y voy directo con Olarte. Estoy bastante segura que esto es solo una treta. Y sé que van a tratar de sabotear la junta.

📞🖥️💵👓

Daniel.

Me estoy arriesgando.

Bastante.

"Corta las cámaras"

Le mando el mensaje a Jorge, quien después de unos minutos me dice que ya no están en función.

Está interviniendo las camaras casi como si su señal.se haya dañado, no habrá grabación ni de audio ni de video durante dos horas.

Llegué temprano a la oficina de Armando, alegando que buscaba a Marcela. Ella no estaba, pero yo ya lo sabía, solo que lo utilicé de excusa.

Así fue como me metí a la oficina de Armando. Olarte le ha dicho a Beatríz que hubo movimientos en los bancos, con eso la distraerá un tiempo.

- Armando, ¿puedo usar tú oficina? Necesito hacer una llamada bastante importante y no quiero interrupciones. - Tal vez sea mi semblante serio lo que lo convenció , o tal vez que está hablando con Mario de unas modelos, lo que hace que me dé el visto bueno. Aún que sé de ante mano que es por que cree que me tendrá vigilado.

Voy a la oficina, hago como si estuviera hablando y voy directo a la oficina de Betty.

Encuentro el informe que habrá para la junta y le tomo foto, pero también busco entre todos los cajones, hasta que llegó a uno que tiene candado de combinación.

¡Bingo!

Trato de no forzarlo, pero si la conozco un poco, sé que será el cumpleaños de su hermana. Y se abre.

Ahí hay más carpetas. Pero al revisar por encima los números, veo que este informe es una burla. Ésta mujer tiene todo guardado minuciosamente.

Estoy por darme por vencido, cuando noto el fondo doble.

Jalo un poco la madera y procedo a ver los documentos. No los muevo mucho, pero tomo foto de todo.

Cierro todo, vuelvo a poner todo en su lugar y cuando estoy por irme, hay unos ojos azules viéndome de frente.

- No sabía que estabas interesado en los documentos del garfio, Daniel.

La maldita Patricia Fernández.



La venganza de Beatriz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora