Capítulo 12. Qué profundo y sin domar.

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Betty.

Mañana es la junta directiva. He estado preparándome toda la semana para ella y sé que Olarte trama algo. Sofía me ha estado dando cada vez menos reportes y hasta ella sabe que eso es extraño en su jefe, aún que a ella no le parece extraño que se comporte así su jefe, sabe que es un imbécil que está peleando su puesto.

O más bien, pelea su privilegio al quedarse con las comisiones de los proveedores. Sé que no está cediendo nada y su codicia no lo está dejando ver que está arriesgando todo aquí. Tomarme por ingenua es uno de sus más grandes errores.

Pero también sé que tengo que ser muy cuidadosa. Apenas hace tres días, Don Armando me ha pedido maquillar el informe para que éste sea satisfactorio a la junta. Y yo acepté. Todo por Don Armando, mi mentor.

Por qué sí, me he ido ganando poco a poco su confianza haciéndole creer que él es mi mentor, que él es inteligente y que quiero seguir sus pasos para ser, algún día, alguien tan importante como él.

En el proceso he roto un corazón y estoy consciente, aún que en mi defensa, tengo que decir que es un corazón bastante podrido.

Hace tres días, Karina Larson llegó a ésta oficina, con las ganas de hablar con Doña Marcela y hacerle saber que Don Armando y ella se vieron una noche.

Tuve que hacerle la finta para que él se la llevará, para que la sacará de las garras de Doña Marcela y, aún que obviamente se dió cuenta que mentí para encubrirlo, ella no pudo hacer nada. Trató de despedirme y movió cielo mar y tierra, pero se le olvidó que Don Armando aquí es todo poderoso.

No sólo hizo que me dejaran en mi puesto, si no que reafirmó su confianza en mi.

Tal vez, Marcela Valencia no merece un patán como Armando Mendoza, pero ciertamente, ella si merece un karma enorme por todas las humillaciones que le hizo a Mireya, incluso las que vinieron después de que ella se enterara de su relación con Don Armando.

Y precisamente, por qué las cosas han estado muy volátiles últimamente, es que no me he confiado para nada. He pasado toda la información de la junta a una computadora fuera de la red de la empresa, además está configurada para que solo yo pueda acceder a esa información. En caso de que alguien quiera ver lo que se está haciendo, sería imposible para esa persona acceder.

Sé que lo harán. Nadie sabe, además de yo, que Son Armando tiene cámaras en toda la oficina, y sé por él, que Olarte ha entrado a escondidas un par de veces, tratando de insertar una USB en mi computadora. Pero es imposible, todos los puertos están deshabilitados, además, para ingresar al sistema, tendrían que poner las contraseñas no solo para acceder al inicio, si no también para todos y cada uno de los programas ejecutables.

Gracias a mi papá por todos los cursos de programación y ciber seguridad que pagó.

Sé que no está solo, Daniel Valencia se descubrió ante mi cuando me dijo que sabía todo sobre Mireya. Él me investigó y a pesar de que hice poco por las redes sociales, mi huella digital poco a poco ha sido borrada, eso quiere decir que tiene a un profesional haciendo su trabajo sucio. Y tiene un poco de lógica, ya que él trabaja para el gobierno.

Llegará el día de la junta y aún así quiera tener algo contra mi, no lo podrá ejecutar.

Daniel Valencia, solo es una piedrita en mi zapato.

📞💵🖥️👓

Mireya.

Querido Diario:

Ayer Don Armando me dijo que me amaba.

Es la primera vez que un hombre me dice que me ama.

Y yo le dije que también lo amo.

Hicimos el amor en la oficina, justo cuando no había nadie en el piso. O al menos eso había pensado, porque estoy segura que alguien nos vió.

Y era un hombre.

No pude ver bien su rostro, pero por su complexión, sé que pudo haber sido Don Mario.

Pero así como lo ví, desapareció.

Aún que eso no nos frenó, al contrario, hizo que Don Armando se sintiera un poco más posesivo y me diera el.mejor sexo de mi vida.

Amo al hombre y sé que Doña Marcela está siendo lastimada por mis actos y los de él, pero cada vez que mi consciencia quiere ganar, ella hace todo más fácil.

El otro día, estaba dispuesta a terminar con todo esto y dejarlo ir , por qué él se va a casar, pero ella entró a mi oficina y me tiró a los pies unos documentos.

"Dáselos a Armando, y recogerlos rápido"

Me vio todo el tiempo mientras lo hice y antes de que terminara, ella me tiró encima el agua del florero con las flores que él me había regalado.

Me mojó toda.

" Espero que entiendas tu lugar, limpia todo esto."

Ella salió de mi oficina y ese pequeño momento, hizo que mis ojos se llenaron de lágrimas. Pero no fueron más que de impotencia y coraje. Ahí me di cuenta que ella es una mala mujer.

Y eso hizo mucho más fácil mi decisión de seguir con él.

Ella no lo merece.

Con amor ❤️ Miyis.

La venganza de Beatriz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora