Capitulo 3. Se dicen muchas cosas.

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- ¡Betty! ¡Betty!

La voz de Nicolás me sigue antes de que saque las llaves de la casa y abra la puerta.

- ¡Hola Nico! ¿Qué pasó? ¿Todo bien?- pregunto mientras el sube los escalones que dan a la entrada.

- Todo bien Betty, solo quería platicar contigo. Es que tengo un proyecto en mente y como sé que estás planeando salirte del Banco Montreal, pues pensé que era buena oportunidad.

- ¿Qué es? - pregunto, si la propuesta de Nico es buena, tendré que buscarme una excusa buena para poder decir que no.

- Estoy pensando en abrir una empresa de inversiones, ya sabes trabajar en la bolsa. Yo tengo una plata ahorrada, pero me gustaría contar contigo y con tú papá para que puedan trabajar en algo. - me dice expectante.

Sé que Nico tiene buenas intenciones, y que será un éxito su empresa, pero dejando de lado mi venganza, no hay otro ingreso en mi casa más que lo que ganó en el banco y honestamente, los ahorros de papá se están terminando.

- Nico, no es que no piense que es buena idea, pero necesito buscar otro trabajo. Sabes que papá no tiene mucho de ahorros, y yo soy la única que está aportando a la casa. Tal vez si no hubiéramos gastado tanto en ... - la palabra muere en mi boca. Inmediatamente me siento muy mal, por qué ese gasto imprevisto fue la muerte de Mireya. Nico se pone serio y veo la tristeza apoderarse de su rostro.

- Lo sé Betty. Su papá me dijo que no aceptaría, pero que él si.- contesta con la voz entrecortada. - Pero tenía que intentarlo. Ya ve, por eso de que usted quisiera ser alocada.

- ¿Sabe que lo quiero mucho Nicolás? Usted es como el hermano que nunca tuve. - le digo mientras abro la puerta. - ¿Quiere entrar?

Nico asiente con la cabeza y ambos entramos a mi casa.

Se queda a cenar; la plática con papá ayuda que ambos se emocionen y olviden por un momento que ella se fué, que Mireya nos hace falta.

🖥️📞💵👓

Hoy pasó.

El señor José Manuel, me ha pasó mi carta de despido y me dió una carta de recomendación amplia para mí nuevo empleo.

Fui con el rector de la universidad y con mi director de carrera, ambos me dieron cartas de recomendación laborales y personales.

¿Mejor que eso? Mi hoja de vida.

Dios, sabía que ésto tenía que pasar. Que tenía que entrar a trabajar a Ecomoda. Envié mi hoja de vida al correo electrónico que decía el anuncio: "Se solicita secretaria de presidencia"

Pedían a alguien con menor competitividad, pero sabía que me llamarían. Han tenido problemas para que se queden a trabajar como secretarias de Armando Mendoza, además, sé que su novia es una celosa empedernida.

Mireya era hermosa, yo soy más normal. Soy una mujer completamente normal, con una complexión delgada. Siempre paso desapercibida en todo.

Soy perfecta para su mundo, una mujer que no le haga competencia en belleza, pero que sea calificada para el puesto.

Así que mañana, tengo la entrevista. Me iré vestida normal, como si fuera a trabajar a la oficina del banco. En una empresa de modas, no debería destacar tanto.

El destino de Armando Mendoza, está sellado.

️📞💵👓🖥️

- Papá, me pasaron la carta de despido hoy del Banco Montreal. - le digo sentada a la mesa. Mamá nos ha servido la comida.

La preocupación en el rostro de ambos, es visible. El dinero ya empieza a escasear.

- Ay, Betty. Está maldita situación, todo esto nos ha dejado sin dinero. Además, no me han pasado el dinero de la liquidación.- dice papá mientras golpea con un dedo la mesa. Esa es su señal para hacernos saber que está sumamente estresado.

- ¡Papá, no se preocupe!.- me paro de la silla y hago mi camino hasta donde está. Lo abrazo, recargando mi cabeza en su hombro. - Mire, yo ya sabía que algo así pasaría, por eso arreglé unas cuantas cosas y ya tengo entrevistas de trabajo para mañana.

Siento como mi papá se relaja inmediatamente.

- Le estoy contando esto, por qué una de las empresas que está solicitando es Ecomoda.- le digo a papá.

Noto su emoción. Todavía de que han pasado 8 meses que lo despidieron, seis meses de la muerte de Mireya, y todo lo que tuvimos que pasar, papá sigue pensando que ese lugar es bueno.

- Mija, ¿que puesto está disponible? No quiero se se vaya de secretaria. Usted estudió mucho como para estar como simple secretaria.

Bueno, mierda. Esto si no lo voy venir.

- Es como asistente de presidencia, papá. - le miento.

Papá se emociona mucho, sabía que ese puesto era el que Mireya se merecía antes de morir. Sabía que mi hermana estuvo trabajando por ellos durante dos años. Tal vez los sueños de papá con respecto a Mireya, se taban volteando hacia a mi.

Al final, era lo mejor. Mi plan debía ser meticuloso. Que papá supiera que yo estarías ahí trabajando, cumpliendo los sueños de mi hermana, era mejor a qué sospechara.

Papá quería llamar al Doctor Olarte, para que me dieran la oportunidad, pero yo no disuadí de hacerlo. " Quiero hacer esto por mérito propio, quiero que estés orgullosa de mi" le dije. Eso lo convenció.

Mientras menos lo relacionaran conmigo en parentesco, era mucho mejor.

Para todo tenía una respuesta. ¿Papás? Vivos, pero viviendo en la provincia.
¿Hermanos? No, hija única. ¿ Con quién vives? Con mis tíos.

Mis apellidos eran comunes, además no coincidían con los de Mireya, ella se apellidaba Pinzón Robles y yo Pinzón Solano. Tampoco es como si mi hermana y yo, fuéramos muy parecidas. Ella era alta, con curvas en los lugares adecuados, de tez blanca y grandes ojos verdes. Hermosa, muy muy hermosa. Mientras que yo, era delgada, pero sin forma, morena de cabello negro. Usaba gafas desde que recuerdo y siempre había sido alguien muy promedio físicamente.

Entonces, nadie se daría cuenta que Mireya y yo eramos hermanas.

Era un plan perfecto.

Armando Mendoza no me vería venir.
Armando Mendoza nunca sabría quien lo atacó, y lo peor, él sería quien le diera las armas a su verdugo.

🖥️📞💵👓

Mireya.

Querido Diario:

Don Armando me ha defendido delante de todos. Doña Marcela, trató de hacerme correr de la empresa, pero aunque el Doctor Gutiérrez ya me había pasado la carta, él llegó justo a tiempo para impedirle que me fuera.

Ella quería que le diera los nombres de la agenda personal de Don Armando. Quería llamarle a rodas las mujeres que él tenía guardadas en la agenda digital que yo manejaba.

Ella, más que nadie, sabe que le es infiel hasta con el trapeador. Y eso la hace enloquecer.

Él es mi caballero azul, que llegó justo a tiempo a ponerme como prioridad delante de ella.

Le hubiera arrancando la ropa ahí mismo, pero tuve que controlar mis deseos y solo dar las gracias.

Si no es mío, por lo menos yo seré suya de ésta manera, siendo incondicional a él.

Con amor ❤️ Miyis.

La venganza de Beatriz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora