I.
Después de probar suerte con un desesperanzado compositor, tres chicos muy peculiares, Luke, Cameron y Arthur, deciden convencer a Ryan Gosling de que pueden cantar.
II.
¡Luke, Cameron y Arthur han vuelto! Sin embargo, esta vez, los chicos deben...
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Ryan volvió a quedarse dormido sobre tu teclado, en la televisión estaba Bob Esponja, pero los niños no estaban en la sala. Ryan se levantó y se puso su bata cuando escuchó la alerta de incendio, había mucho humo. Los chicos intentaban cocinar waffles.
—Aquí está el problema. ¡Fuego en la trinchera— Luke se alejó de la tostadora junto a sus dos hermanos. Ryan apagó la televisión acercándose a ellos.
—¿Qué están haciendo?—
—Nada, ¿y tú qué haces?— preguntó Luke.
—¡Atrás, Ryan! ¡Va a explotar!— advirtió Cameron.
Los waffles completamente quemados salieron volando. Cameron intentó agarrarlos, no lo logró aunque todos estaban confundidos ya que los waffles estaban frente a él.
—Hey, ¿en donde se fue?— Cameron buscaba los waffles sin ver qué estaban delante suyo.
—Cameron, cayó frente a ti, ¿estás ciego o que?— preguntó Ryan. El chico se alzó de hombros —¿Cuántos dedos tengo aquí?— Ryan alzó dos dedos. Cameron forzaba la vista y daba respuestas incorrectas. Ryan se dio cuenta de que el chico necesitaría lentes, casualmente Ryan tenía unos que le quedaron perfectamente al chico —¿Mejoró?—
—Wow... Este lugar es un asco— dijo asombrado.
—Bueno, estaba limpio cuando me fui a acostar— Ryan miró a los otros dos niños en busca de respuestas.
—Pues...— Arthur rió nerviosamente —Es que coloreamos un rato pero después nos dio hambre, ven a ver nuestras obras de arte—
—Niños, quiero enseñarles algo especial, ayer en la noche les hice una canción— Ryan caminó hacia el estudio, cuando pisó la alfombra sintió algo raro. Unos waffles llenos de miel de maple.
—Mira, es que guardamos los waffles ahí para el invierno— explicó Cameron.
—¡Y son sólo nuestros!— defendió Luke. Ryan dejó caer los waffles con algo de asco.
—Niños, vamos a tener comida todo el invierno. Osea que si intentan guardarla... Le saldrán hongos y tendremos animales salv...— los niños voltearon a verlo antes de que terminara la oración, así que Ryan cambió el tema —Andando. Hay que trabajar— todos se dirigieron al estudio.
Ryan se puso a tocar en el piano que tenía en su estudio la melodía que esa noche había compuesto.
—Okey, ¿listos para cantar su canción, niños?— preguntó.
