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Mina se aferraba como podía a las sábanas, su cuerpo tiembla y tiene varios espasmos al sentir la lengua de la alfa separando una vez más sus labios internos para después succionar su clítoris, sacándole un fuerte gemido y de paso apretó con más fuerza sus sábanas. Varias lágrimas empezaron a caer de sus ojos en cada embestida con su lengua, podía escucharla soltar risas por verla en el estado en que se encuentra.

Sudada, pelo desordenado después de que la jalo del cabello con fuerza mientras le daba una mamada. Su espalda se arqueo y abrió la boca dejando escapar un fuerte grito de placer seguido de su orgasmo, agarro con fuerza su cabello y la pegó más entre varios quejidos y gemidos cortados de placer, su lengua limpio todos sus residuos incluso la metió dos veces dentro de ella sacándole más gemidos.

Jeongyeon sonrió al verla en ese estado, relamio sus labios y saco su lengua para ir hacia el valle de sus pechos no sin antes pasar su lengua por su abdomen plano y con unos leves cuadros marcados.

– Sigues igual... No... Más hermosa que siempre, cuando te vi desde el inicio pensé que eras una la niña más hermosa que había visto en toda mi vida – subió en un camino de besos hasta su cuello con una sonrisa y limpio sus lágrimas – Siempre tuviste esa elegancia, naciste con ella... Te amo tanto – se acurrucó en su cuello dejando varios besitos mientras escucha la Omega intentando relajar su respiración entre suaves jadeos.

– C...Cuando yo te vi por primera vez estabas sudada, sucia y tenías sombrero pensé que te veías graciosa... Más porque llevabas cargando un gallo – solto una risa y sus manos viajaron hasta su espalda la cual acaricio, sintiendo sus músculos naturales de un alfa por genética y por ejercicio físico a lo largo de su vida. Cerro los ojos cuando succionó su piel y soltó un jadeo algo ruidoso cuando la mordió para dejar una marca – Ah... – suspiro un poco y subió lentamente una de sus manos que recorrió su espalda baja, su hombro hasta finalmente llegar a su mandíbula la cual acarició lentamente y dejo un beso en su frente – Aun recuerdo esa sonrisa boba y cuando me dijiste "eres muy linda, ¿Quieres ir a comer un pozole a la fonda de doña pelo?" – las dos rieron, vio la alfa dejar su cuello para apoyarse con ambas manos alrededor de ella para poder mirar su rostro – Ahora... Tienes la misma mirada que antes, te ves mucho mejor así – acuno su rostro para acariciar sus mejillas, suspiro un poco por verla cerrar los ojos y dejar que la mimara de esa forma.

– Fue una forma de pedirte que fueras mi esposa, amo el pozole, solo te invite por eso – abrió un poco sus ojos con una media sonrisa, suspiro un poco y se acomodo bien para empezar a estimularla con su glande, usándolo para separar sus labios internos y externos al igual que acariciar su clítoris, escuchar sus sonidos de placer es de lo mejor – ¿Cómo no amarte desde el inicio?, siempre supe que tú eras mi Omega desde el inicio... Mi amor, la persona por la que puedo dejar todo atrás... La madre de mi cachorra... Eres mi todo – se acercó para juntar sus labios en un beso lento, mientras el cuerpo de su miembro estimula toda su feminidad le fascina la sensación húmeda en su miembro por lo majada que esta, no puede esperar para anudar adentro suyo una y otra vez hasta que ella le regué que no puede más.

– Te amo... – se atrevió a contestarle encima de sus labios con la respiración agitada, abrió sus piernas para ella dándole más acceso a su intimidad la cual golpeó varias veces con su miembro, mordió su labio inferior y junto sus labios una vez más.

Decirle eso fue muy complicado porque no quiere aceptarlo, todos esos años solo fueron una mentira, una estupida mentira.

Siempre le perteneció a Yoo Jeongyeon, probablemente la persona más peligrosa o una de las tantas que hay.

Pero ella es la mamá de su hija, fue soltándose poco a poco de nuevo de solo ver como trata a Ryujin. Entiende que es tan cariñosa y que le dé todo lo que le pide, ella quiere que Ryu tenga la infancia que ella no pudo tener y quiere encargarse que la disfrute al máximo.

𝚢 𝚘 𝚞  𝚌 𝚊 𝚗  𝚗 𝚘 𝚝  𝚎 𝚜 𝚌 𝚊 𝚙 𝚎  | JeongmiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora