2. Sustancias ilícitas.

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Clyde fue a cenar puesto que ya había anochecido. Olvidó cerrar la puerta con llave, un descuido que podría hacer que cualquier degenerado entrase a la cabaña. El cazador, después de cenar, lavar los platos, etc., pensó que sería una buena idea ir a la cama, y como estaba realmente cansado era aún mejor idea.

Se recostó en la cama y bostezó. Volvió a su cabeza la imagen de ese demonio, y su imaginación ligeramente traviesa le jugó una mala pasada.

-Mierda, ¿Cómo he llegado a ponerme tan duro?- Susurró para él mismo como si alguien le estuviera espiando y no quisiera que se entere.

No le quedó más remedio que resolver su pequeño "problemita" de alguna manera. Mientras estaba en el acto, la puerta principal se abrió lentamente, sin hacer ni un ruido. Una sombra misteriosamente conocida, recorrió el pasillo hasta llegar a la habitación del cazador, y lo encontró ahí tirado en la cama, tocándose.

-¡¡¡¡Aaah!!!! ¿¡¿¡¿¡¿Pero qué cojones?!?!?!?- Se tapó con las sábanas rápidamente, su corazón latiendo a mil por hora.

-Oh, qué lindo~ ¿No quieres que te ayude~?- Dijo Caspian aún desde las sombras, observando la escena morbosamente.

-¡¡¡¡¡Aléjate de mí, puto enfermo!!!!! Un momento... ¿Caspian? ¿Eres... TÚ?

El demonio salió de entre las sombras, Dejándose apreciar por Clyde. Una mueca pervertida en su rostro, mientras se acercaba lentamente.

-Te he traído un "regalito" como disculpa por lo de antes...- Sospechosamente entregándole una especie de bollo de aspecto poco fiable.

-Oh, no, ni de coña voy a comerme eso... Preferiría chuparte la polla antes que comer esa mierda...- Protestó el cazador con desconfianza.

-Bien, hazlo entonces~

Clyde entonces tomó el bollo y lo probó. Después de unos segundos cayó inconsciente y cuando volvió a despertar, estaba atado a la cama de pies manos. Vio a Caspian encima de él, con su típica "sonrisita".

-Qué rápido has despertado, querido~ Pensé que el efecto duraría más~- Se relamió malévolamente.

El otro chico intentó gritar o hablar, pero estaba amordazado, así que no pudo hacer nada más que quejarse y gemir intentando liberarse. Se dio cuenta también de que no tenía ropa, estaba tal cual como llegó a este mundo. Le dedicó una mirada odiosa al demonio. Abrió un poco más los ojos y vio que este tampoco tenía ropa. Comenzó a rezar en su cabeza, cerrando sus ojos con fuerza.

-¿Estás... Asustado? ¿E- enserio?- Preguntó, atónito por la expresión de Clyde.
Este simplemente asintió, aún con los ojos cerrados. Caspian le quitó la mordaza de la boca, permitiéndole hablar correctamente.

-P- por favor... N- no me hagas daño...- Comenzó a sollozar y a temblar.

-Hey, hey, ¿Estás bromeando, verdad? No voy a hacerte daño, tranquilo... De hecho soy un demonio bastante pacífico, soy raro, ya lo sé...

-¿Seguro? Se dice de tí que te dedicas a matar y acosar cazadores...

-Tienes razón, pero prometo que no te haré daño... - Ambos se acercaron y en un arrebato, Caspian besó a Clyde apasionadamente.

-¿A qué cojones ha venido eso si es que puedo saberlo...?- Dijo tapándose la cara para cubrir sus mejillas sonrosadas.

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Eso fue todo por este capítulo
No, no habrá +18 por ahora
No hasta el capítulo 3 >:)
Así que estén atentos :3
Byeee!

-Kay.

Hasta Que El Infierno Nos Separe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora