4. Efectos secundarios.

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Clyde se despertó en su cama. La cabeza le daba vueltas, y no conseguía ubicarse. Se frotó los ojos para despertarse y cuando consiguió adaptarse a la luz, se dio cuenta de que estaba en su habitación.

Probablemente se metió en la cama y se quedó dormido, ni siquiera había pensado en su encuentro con Caspian. Se levantó de la cama, listo para su rutina de todos los días, pero al ponerse en pie, sintió una punzada de dolor por todo el cuerpo.

—¡¡¡¡¡AAAAAHG!!!!! ¡¡¡¡MIERDA!!!!— Exclamó. Se sentó en el borde de la cama y de nuevo una punzada, esta vez en el trasero.

—Joder, ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí? ¿Que coño habré hecho para que me duela tanto el culo?— Se lamentó. Decidió quedarse todo el día tumbado en la cama. Se la pasó durmiendo, leyendo, pensando, etc.

No es que tuviera muchos pasatiempos para entretenerse. En el almuerzo, no quiso cocinar nada y fue como un buitre carroñero a buscar sobras a la cocina. Curiosamente, encontró un plato con bollos extraños, exactamente los mismos que le dio Caspian el día anterior.

A su cabeza volvió el recuerdo de todo lo ocurrido hasta que perdió el conocimiento. En un instante, un calor abrasante subió hasta sus mejillas, las cuales se tornaron de un color rojizo, una gota de sudor resbalando por su frente al ver que había una pequeña nota junto al plato.

—"Querido Clyde, probablemente intentes matarme después de esto, por eso, te dejo estos bizcochos de setas caseros para que puedas perdonarme. PD: algunas de las setas que usé en la receta pueden tener un efecto afrodisíaco, así que si lo pruebas luego no digas que no te avisé. ¡Besos!

-Caspian♡"— leyó en voz alta. Esta vez se puso rojo pero de la ira. Apretó los puños, clavándose las uñas en las palmas de las manos, reprimiendo su rabia con dificultad.

Salío por la puerta apresuradamente y a los cuatro vientos, gritó: —¡¡¡¡ME CAGO EN LA PUTAAAAAAA!!!

Afortunadamente, Caspian no pudo oírlo desde el infierno, donde se encontraba peleando contra otros demonios. Él odiaba el infierno con toda su alma, por eso se la pasaba en el bosque, pero los numerosos cazadores iban en su búsqueda constantemente, así que nunca podía tener un descanso.

Su "tarea" como demonio era aprovecharse sexualmente de los humanos, él no había decidido eso, era parte de su conciencia y no podía evitarlo.

Nunca se había sentido realmente atraído hacia nadie, solo se limitaba a hacer lo que estaba destinado a hacer. Pero… Ciertamente, Clyde había "llamado su atención" de alguna manera. Es así como decidió tomar al cazador como objetivo, constantemente buscándolo, molestándolo y acosandolo, para en algún momento terminar con su vida.

Caspian sin duda era un tipo despiadado sin compasión, pero Clyde le generaba algo de ternura cuando se enrabietaba. Su relación era como la del perro y el gato, un odio mutuo incesante que ardía en sus corazones, pero sobre todo en el de Clyde, aunque sería por poco tiempo.

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Ya al fin conseguí actualizar mi gente
Este capítulo ya sé que es más aburrido pero es importante para el lore (⁠⌐⁠■⁠-⁠■⁠)
Bueno ya me despido hasta el siguiente capítulo, chau mi gente

—Kay.

Hasta Que El Infierno Nos Separe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora