"Ah... ahh... ahh..."
En la habitación de un lujoso castillo...
"Ahh... ahh... ah..."
La luz entraba sigilosa entre cortinas...
"Ahh... ahh... ah..."
Ropajes se hallaban en el suelo...
"Ahhh.... ahh... ah..."
Y sobre la cama, la silueta de lo prohibido se formaba. Sobre la cama se encontraban ambos varones. Jon estaba por encima de Damian. Los dos carecían de sus prendas superiores, solo vestían sus prendas inferiores. Ambos estaban recostados, Jon besaba a Damian por el cuello y oreja. Pasaba sus labios delicadamente entre los poros del príncipe mientras este cerraba los ojos lleno de éxtasis por el momento. Simplemente sentir la piel de Jon le era más que suficiente para excitarse, pero sentir los labios era algo inexplicable.
Jon pasaba su boca delicadamente entre roses sobre la piel morena del príncipe, pasaba por el cuello, subía a su oído para morder ligeramente su lóbulo, mientras su cuerpo hacía un vaivén involuntario sobre el cuerpo de Damian.
Kentwood pasó sus labios de la oreja de Wayneford a sus mejillas, después a su nariz y bajó a su boja, pero no eran besos, sino simples roces que desprendían los jadeos de calor ante lo prohibido.
"Jon... ahh..."
"Príncipe... pero... ¿Qué...?"
"Tranquilícese..."
Jon cerró los ojos un momento, pero la ansiedad no le permitía mantenerlos cerrados.
"Damian... ¿Qué estoy haciendo?"
"Todavía no hemos hecho nada que no se pueda resarcir".
Jon comenzó a jadear más fuerte por ansiedad. Todavía mantenía la pose, pero su mente no sabía que estaba haciendo.
Retomando un poco lo pasado, después de que Jon fuese alterado con la verdad sobre la religión del orden, pasó por un ataque de estrés radical donde, en un instante, perdió todo valor en su vida: su familia, su prometida, sus creencias. El mundo se le vino abajo en un segundo, pero eso solo le duro un par de momentos antes de escuchar la angelical voz que le dio sentido- "Todavía me tienes a mí" –dijo Damian para tratar de apaciguar el dolor en su nuevo amigo. Su intención era honesta en ayudarlo, en decirle que no estaba solo, así como Jon le hizo sentir días antes, pero esta vez el joven campesino no estaba pensando. Ya no había pecado, ya no había consecuencias, solo había deseo.
Se dejaron llevar por los besos hasta llevarlo al dormitorio, donde en un segundo perdieron sus prendas superiores para poder tocarse con sus manos los torsos del otro. Jon tomó este rol activo al colocarse por encima de Damian y tomar la iniciativa de los besos por su rostro y cuerpo.
El príncipe cerraba los ojos pues esto era algo que no podía imaginar. Todas esas noches de delirios eran simples fantasías sin comparación a lo que sentía ahora. Ese cuerpo tan duro y firme sobre él le impidió actuar con razón y simplemente dejarse llevar por la pasión.
Continuaron con los besos, pero la duda volvió al cuerpo de Jon.
"Damian... yo... yo... yo tengo mucho miedo"
"Tranquilo, no pasa nada"
"Me siento... solo y... y..."
"No estás solo. Yo estoy contigo" –contestó Damian tratando de enderezarse, pero fue recibido con más besos.
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Realeza, poder y sexo {Damijon}
FanfictionDespués de que el rey de las tierras olvidadas de Gótica hiciera un pacto con un hechicero para suprimir los poderes del todo poderoso "superhombre", este rey Bruce Wayneford crio a su hijo para ser el siguiente al trono, pero ocultándole la verdad...