El sol salía un día más en las tierras de este mundo medieval. En el castillo de la realeza, un joven dormía perdidamente mientras su cuerpo desnudo era apenas cubierto con una delgada cobija. El chico se encontraba boca abajo ligeramente inclinado de lado. Debajo de él, las manchas de lo que solo podía ser su pecado. Por detrás, aquel instrumento con el cual se complacía cada noche.
La noche anterior, el chico reflexionaba sobre los cargos que próximamente le serían heredados. La responsabilidad de llevar un reino no era suficiente, sino que además debía buscar a una pareja con la cual casarse para poder ser un digno sucesor. Pero él no deseaba esto, él simplemente buscaba la felicidad en la compañía de alguien que le diese lo que tanto anhelaba.
Apenas salía el sol y el chico simplemente se acurrucaba en su posición para seguir descansando. No tendría por qué levantarse temprano y como hijo del rey le dejaban reposar la cantidad de horas que desease, siempre y cuando estuviese listo para cumplir con sus actividades de rutina diaria como entrenar mente y cuerpo. Aunque sin motivación, pocas ganas tendría de hacerlo.
En la humilde morada de los Kentwood, el joven de ojos azules no pegó el ojo en toda la noche. Aún quedaban los ecos de las palabras de sus padres.- "Unirse en coito sin casarse sería lo peor que podrán hacer, hijo, solo nos condenarían al mismísimo infierno" –eran los ecos que rondaban por la mente del joven.
Apenas vio el sol salir, se enderezó de su posición. Anoche, tras las palabras de horror de sus padres, el chico despidió a su prometida con pena. Ambos estaban tan temerosos de lo que habían hecho y no sabían qué hacer para corregirlo.
Jon salió de su pequeño espacio para dormir y tomó algo de pan que había quedado. Sus padres aun dormían, pero sería cuestión de minutos antes de que alguno de los dos comenzase su día. Jon no los esperó y mejor partió a su trabajo. Tenía que despejar su mente y charlar a solas con su pareja.
Caminó hasta el hogar de la joven Brandeley, la cual estaba igual de angustiada, sentada a las afueras de su hogar pensando en ir a visitar a su prometido, pero al verlo, esta se levantó entusiasmada. Ella también quería hablar.
"Amada..."
"Prometido... yo..."
"Yo..."
Dijeron interrumpiéndose mutuamente. Jon retomó.- "Usted primero, querida"
"No, no... adelante"
"Hmm... amada Kathy... no sé... no sé cómo sentirme..."
"Yo me siento horrible"
"¿Usted también siente culpa?"
"Ahh... pues me refería a mi ingle. Me duele la entrepierna... pero sí, también la culpa"
"Oh, lo lamento. Parece que anoche me deje llevar por el pecado" –dijo con una cabeza baja y un tono vocal por los suelos.
"Amado, no puedo creer que fui tan tonta como para corromperlo de esta forma. Todo esto es mi culpa"
"No, querida., esto fue mi culpa. Yo llegué a su hogar y me aproveche de su vulnerabilidad"
"Pero yo fui quien se aprovechó de su sueño y miedos para convencerlo"
"Usted no hizo nada de eso, solo trató de apoyarme empáticamente como una esposa haría"
"Aww... ¿Usted... aun considera desposarme... aun después de esto?"
"¡Por supuesto! puede que nos hayamos equivocado, pero fue un error de ambos"
ESTÁS LEYENDO
Realeza, poder y sexo {Damijon}
Fiksi PenggemarDespués de que el rey de las tierras olvidadas de Gótica hiciera un pacto con un hechicero para suprimir los poderes del todo poderoso "superhombre", este rey Bruce Wayneford crio a su hijo para ser el siguiente al trono, pero ocultándole la verdad...