Capítulo 2: Matrimonio

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En la mañana de este caluroso día, un chico de ojos azules se alistaba para salir.

"Padre, madre, iré en busca de un trabajo".

Ambos padres miraron con incredulidad esta oración. Era normal que los chicos llegados cierta edad buscasen la manera de ganarse la vida, pero Jon estaba bien apoyando en su hogar. Tal vez había razones más nobles bajo su actuar.

"Hijo, ¿A qué se debe tu deseo de actuar?" –dijo su madre.

"Madre mía, quiero aportar mi granito de arena a esta casa. Un par de chelines no nos vendrían mal y podríamos usarlos para nuestra casa"

"Hijo, nuestra casa se encuentra bien. Es cierto que hay días en los que el pan puede escasean un poco, pero no hace falta esto".

Clark intervino- "Hmm... es cierto, no es necesario, pero tampoco es mala idea" –dijo dejando intrigada a su esposa- "Puede que enseñarse a realizar más actividades además de la cosecha. Como adicional es una forma de ir prepararte para tu futuro, hijo"

"¿Mi futuro?"

"Por supuesto. Supongo que parte de tu motivación es poder desposar a tu amada, ¿no?".

Jon se sonrojó. Ciertamente amaba a Kathy, pero no había pensado en eso de 'desposarla'.- "¡Padre!"

"No es burla ni mucho menos. Es simplemente observar lo evidente. Ayer se veían tan felices juntos. Supongo que es su deseo casarse"

"Pues... no lo hemos hablado..."

"Patrañas. El matrimonio surge del amor, de la espontaneidad, no de 'hablar'".

Jon no sabía esto. Receptaba mucho a su pareja como para no considerarla, pero no negaba que la idea sonaba hermosa a futuro.

"Padre... no... no quisiera pensar en eso ahora. Llegado el momento, sucederá lo que tenga que pasar, pero ahora me gustaría poder apoyarlos a ustedes en nuestro hogar".

Orgullosos del hijo tan responsable y atento, ambos padres se acercaron para darle su bendición y que este pudiese salir. En un abrazo y tras el gesto de bendición, el chico salió de su casa para moverse al centro del poblado, donde la urbe de oportunidades se presentaba para obtener un trabajo por un par de chelines.


En el centro del Gotham, el chico se movía entre negocios, personas callejeras y civiles que se movían para realizar su día a día, ya sea moviendo a sus rebaños o tratando de conseguir un par de monedas. Pese a ser un lugar más céntrico y de preponderaría, por las calles la gente vagaba con hambre. Jon miraba esto con pena y lamento. Ver así a estas pobres personas le daba una perspectiva de agradecimiento por la comida en su plato cada día, pero también le llenaba de rabia ver cómo podía haber esta monarquía llena de lujos, en contraste con la realidad de su pueblo.

Siguió moviéndose, preguntando de lugar en lugar donde le aceptaran. Preguntó a herreros, costureros, panaderos y pastores, pero nadie le ofrecía trabajo pues era muy joven como para apoyarlos y la situación no daba para más.

Mientras se movía, podía ver un centro religioso de alta alcurnia, el grupo de la Pureza, un grupo de sectarios religiosos extremistas de conservación que apoyaban la noción de exterminio de los meta-humanos. En los carteles que se anucaban, mencionaban a un tal Sangre, hermano de la purificación y aquel que se encargaría de esta labor.

Jon no era consciente de su herencia, pues al ser parte de la sangre de Clark, aquel trato de hacer décadas también le negó su verdad, pero nunca desarrolló un desprecio por los meta-humanos como la sociedad lo marcaba. No veía la diferencia entre una persona y un meta-humano, todos eran, a fin de cuentas, humanos. Este grupo le causaba algo repulsión, pero ver cómo era tan aclamado le hacía sentir un poco de miedo a la par de curiosidad.

Realeza, poder y sexo {Damijon}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora