27: Preparativos bélicos.

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En la casa de los Kentwood... o mejor dicho, en la actual casa de Lois Lanewool, un joven de ojos azules se movía para visitar a su madre.

Jon se había tomado el día para ir a ver a su madre Lois. Era muy recurrente que fuese ella quien llegase al castillo al área de calabozos para ver a su esposo Clark, quien se mostraba renuente a aceptar el golpe emocional de su traición. Justo ahora, Jon planeó sorprender a su madre y ver cómo había estado su casa. Cuando el joven Kentwood asumió su rol de consejero, dejó su antiguo hogar y, ahora, varias semanas después, deseaba volver por un momento para saludar.

Se movía de la manera más incógnita que podía, pues la gente del pueblo, específicamente del área en la que vivía, le detestaba. El chisme de cómo él engañó a Kathy con un amante se esparció como el fuego, y medio pueblo sabía que Jon era un infiel. El joven no quería causar revuelo por ir a visitar a su madre, así que se limitó a llegar a su visita con ropajes que le escondiera, pero hubo quienes reconocieron al chico, y sin hacerle comentarios directos, murmuraban cómo era posible que este chico tuviera el valor de parases ahí nuevamente.


Jon llegó a la casa de su madre y pudo ver, con sorpresa como esta casa dejó de ser su humilde morada donde creció y se convertía en uno de los hogares más lujosos y vistosos del poblado.

"¡Wow! ¿Qué pasó aquí?" –se preguntó a sí mismo el joven.

Por el lugar, pasaban algunos trabajadores de la granja, señores grandes y fornidos que trabajan en el sitio, pues, a fin de cuentas, eso era el hogar en primera estancia: una granja de cultivos y producción agrícola.

Un hombre fornido y afrodescendiente pasó con un costal de vegetales. Reconoció a Jon quien estaba parado ante su hogar sin entender qué había pasado.

"Jonathan Kentwood"

"Eh... ¿Hola?"

"¿No me reconoces? Soy yo, tu tío Henry"

"Eh... ¿Quién?"

"Oh, tal vez no me recuerdes, eras muy pequeño cuando me conociste, pero yo era un gran amigo de tus padre... soy un gran amigo de tus padres..." –se autocorrigió.

"Oh... entonces..."

"Recuerdo que eras muy pequeño cuando tuve que mudarme. La gente desconfiaba de los afrodescendientes en la zona... nos querían esclavizar"

"Lo lamento tanto"

"Pero una vez el almirante Duke Thomastone logró acceder a un puesto de avanzada en las fuerza de élite de la realeza, nos dejaron de cazar comenzaron a vernos como personas"

"Me alegro por usted"

"Sí... ay... que cosas... ¿Qué haces aquí, hijo?"

"Ehh... pues... vine a ver a mi madre... pero... ehh... disculpe, pero tengo una pregunta... ¿Qué hace usted aquí?"

"Oh, claro, ven. Te llevaré con tu madre" –dijo el hombre mientras dejaba el costal a un costado de la casa.

Pasaron por la morada, y aunque no era una mansión ni nada por el estilo, desde luego que ya no era ni la sombra de la humilde casa que estaba hace meses.

Jon se quedaba asombrado de ver tantos muebles de madera refinada, adornos de cristal que decoraban cada esquina y pared, y la estructura de la 'choza' por fin terminada y construida con ladrillos.

"¿Qué pasó aquí?"

"Tu madre, eso pasó. Ella es la creadora de todo esto" –dijo Henry.

Realeza, poder y sexo {Damijon}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora