PROLOGO

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El sonido de mis pisadas resonaba entre los árboles, cada paso más desesperado que el anterior. El aire frio de la noche se colaba en mis pulmones, quemándome con cada respiración. El bosque, oscuro y denso, se cerraba a mi alrededor como una trampa. Sabía que estaba detrás de mí, acechándome, y no podía permitirme detenme.

Nunca me imaginé que mi búsqueda de la verdad me llevaría a este punto, corriendo por mi vida en la oscuridad con el miedo asechando en cada sombra. Montclair había sido mi hogar, mi refugio, pero ahora se había convertido en una pesadilla.

Todo comenzó con esa maldita entrevista, una tarea aparentemente simple para mi proyecto final de periodismo.

Los árboles parecían alargarse y retorcerse en la penumbra, sus ramas arañando mi piel mientras corría. El ruido de las hojas y ramas rompiéndose detrás de mi confirmaba que el no estaba lejos de mí.

Sentía su presencia, como sombras amenazantes que se acercaban cada vez más.

Mi abuela siempre me advertía sobre los peligros de Montclair, pero yo no había querido escuchar. La ambición por descubrir la verdad me había cegado. Ahora, todo lo que podía hacer era correr y rezar por un puto milagro.

Resbale en el suelo húmedo, cayendo de rodillas y sintiendo el sabor amargo de la tierra en mi boca. La desesperación me invadió mientras me levantaba de nuevo, forzando a mis piernas seguir adelante. No podía dejar que el me atrapara.

Sabia demasiado, y eso me había convertido en su objetivo.

Si tan solo no hubiera investigado mas a fondo. Si hubiera dejado los secretos enterrados, si no hubiera intentado desentrañar la corrupción de las personas poderosas de Montclair, nada de esto estaría pasando. Pero ya era tarde para el arrepentimiento.

La luz de la luna apenas se filtraba entre las copas de los árboles, creando sombras danzantes que jugaban con mi mente. Mis ojos buscaban desesperadamente una salida, un refugio, pero el bosque parecía interminable.

De repente, escuche un ruido mas cerca, un crujido que hizo que mi corazón se detuviera por un instante. Gire la cabeza y en la distancia, vislumbre una figura oscura moviéndose entre los árboles. No podía detenerme ahora. No podía rendirme.

Mi único pensamiento era seguir adelante, luchar por mi vida y esperar que la verdad que había descubierto no fuera en vano.

Corría, con el terror apretando mi corazón, sabiendo que cada paso podría ser el último. En ese momento entendí la verdadera esencia de Montclair una ciudad que devora a quienes intentan desvelar sus misterios, una ciudad que no perdona

Justo cuando pensaba que podría escapar, sentí unas manos frías cerrándose sobre mis hombros desde atrás, inmovilizándome.

Un escalofrió recorrió mi cuerpo, y en un instante de pánico mi mente grito. "Este es tu fin Hela."

Tentaciónes [EN CURSO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora