CAPITULO 5

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Volando aún sobre el vasto mar de Runaterra, Quetzulkan seguía sintiendo el aroma de más noxianos. Su ira inextinguible y su sed de venganza lo llevaron directamente al corazón del imperio de Noxus. El mensaje enviado por el mago, quien pereció en uno de los navíos destruidos, había llegado a Noxus, alertando a sus líderes sobre la amenaza inminente. El imperio se preparó para enfrentar al colosal dragón con todo su poderío.

En las imponentes murallas y calles fortificadas de Noxus, las legiones de soldados se reunieron, formando una formidable línea de defensa. Los defensores élite, incluyendo figuras renombradas como Darius, Draven y Riven, estaban listos para la batalla. Maquinas de guerra, diseñadas para enfrentar las amenazas más grandes, fueron posicionadas estratégicamente. Magos de guerra invocaban hechizos poderosos para debilitar al dragón y aumentar las defensas de sus aliados. Todo esto estaba bajo el mando del astuto y reconocido comandante Swain, quien, junto con sus jerarcas militares, ideaba estrategias y tácticas para enfrentar a la bestia.

Swain, un maestro en la manipulación y la estrategia, comprendió que no podían enfrentar al dragón de frente sin sufrir enormes pérdidas. Junto con sus jerarcas, diseñaron un plan para detener y, si fuera posible, someter a Quetzulkan. Decidieron utilizar trampas y aprovechar las propias murallas de la ciudad para desgastar al dragón. Se colocaron bombas alquímicas en puntos estratégicos y se prepararon hechizos de debilitamiento para erosionar las resistentes escamas de Quetzulkan. Las legiones y los defensores élite emplearían tácticas de ataque y retirada, atrayendo al dragón hacia zonas vulnerables donde serían bombardeados por las máquinas de guerra y las bombas alquímicas.

La tensión en la ciudad era palpable. Los soldados ajustaban sus armaduras y afilaban sus armas, los magos revisaban sus grimorios y preparaban sus encantamientos, mientras las máquinas de guerra eran puestas a punto. La noticia de un dragón atacando la capital había generado una mezcla de temor y determinación entre los habitantes y defensores de Noxus. La visión de Swain y la capacidad de lucha de sus élites eran su mejor esperanza contra esta amenaza sin precedentes.

En el horizonte, la sombra de Quetzulkan apareció, proyectándose sobre las murallas de Noxus. Su presencia colosal cubría el cielo, y un rugido ensordecedor anunciaba su llegada. La bestia descendió sobre la ciudad con una furia implacable, sus ojos verdes brillando con un odio ancestral.

Los primeros ataques de Quetzulkan fueron devastadores. Las torres de vigilancia fueron reducidas a escombros bajo el aliento de fuego del dragón. Las legiones de soldados lucharon valientemente, pero muchos cayeron ante la abrumadora fuerza de la bestia. Sin embargo, el plan de Swain comenzó a tomar forma. Los soldados se replegaban estratégicamente, atrayendo a Quetzulkan hacia las trampas preparadas.

En una maniobra coordinada, los magos de guerra lanzaron hechizos debilitantes, creando campos de energía que erosionaban las escamas del dragón y reducían su resistencia. Bombas alquímicas explotaron en su camino, liberando nubes tóxicas que desgastaban aún más su impenetrable armadura dorada. Las máquinas de guerra lanzaron proyectiles masivos, impactando a Quetzulkan con una precisión letal.

Darius, con su enorme hacha en mano, lideraba un escuadrón de defensores élite, atacando a las patas del dragón en un intento de inmovilizarlo. Draven, con sus letales cuchillas giratorias, atacaba desde la distancia, buscando cualquier punto vulnerable en el colosal cuerpo de la bestia. Riven, con su enorme espada rúnica y su habilidad para desatar explosiones de energía, luchaba con una furia que rivalizaba con la del propio Quetzulkan.

A pesar del dolor y el desgaste, Quetzulkan continuó su avance, cegado por su ira. Su aliento de fuego y sus golpes devastadores causaban estragos entre las filas noxianas. Sin embargo, las tácticas de Swain estaban dando frutos. Poco a poco, el dragón fue llevado a una zona especialmente preparada para la batalla final.

"El Renacer en Runaterra"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora