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El estacionamiento del hotel nos recibe con su familiar aura de tranquilidad. Carlos, con delicadeza, acomoda mi vestido antes de sacarme del auto, cargándome con cuidado en sus brazos. Charles se acomoda la ropa y baja del auto, uniéndose a nosotros mientras nos dirigimos hacia el elevador.

Mis piernas tiemblan ligeramente, una mezcla de emoción y anticipación que me recorre desde adentro. Trato de tranquilizarme, pero la excitación es demasiado intensa.

Mientras subimos por el elevador, Carlos me besa con suavidad, sus labios transmitiendo un mensaje de calma y seguridad. Charles, con una sonrisa reconfortante, me asegura con palabras amables.

—Tranquila, estás en buenas manos.

Llegamos al piso de mi habitación y entramos. Carlos me toma de la cintura con firmeza y me empuja suavemente hacia la cama, dejándome boca abajo. Siento el corazón latiendo con fuerza en mi pecho mientras la anticipación se apodera de mí.

Con decisión, Carlos levanta mi falda, dejando mi trasero expuesto ante él. Siento su cuerpo sobre el mío mientras se sumerge en un acto de deseo y pasión desenfrenados. Una ola de placer me envuelve cuando siento su lengua explorando cada centímetro de mi ser.

Charles, con voz suave pero firme, me pregunta si estoy lista para lo que viene a continuación.

—Es necesario, princesa —me dice con ternura.

Con un suspiro tembloroso, asiento con la cabeza, preparándome para lo que está por venir. En este momento, me entrego completamente a ellos, confiando en que me guiarán hacia un placer inimaginable.

Carlos me acaricia la espalda con ternura antes de hablarme, su voz llena de preocupación y cuidado.

—No vine preparado, así que si te duele... me detengo, ¿okey? —me dice con sinceridad en sus ojos.

Suspiro y asiento, reconociendo la importancia de su pregunta y la seriedad de lo que estamos a punto de hacer. Charles me ayuda a ponerme en cuatro, sus manos firmes pero gentiles mientras me besa suavemente.

—Tranquila, Anaash, estás en buenas manos —susurra Charles contra mis labios, su voz llena de calidez y promesa.

Carlos se posiciona detrás de mí, su presencia reconfortante y segura. Siento un escalofrío recorrer mi columna mientras me preparo para lo que está por venir.

—¿Lista? Respira... —dice Carlos con voz suave, su tono lleno de apoyo.

Siento la presión cuando Carlos comienza a entrar en mí, y un gemido corto escapa de mis labios mientras el beso con Charles se intensifica. La mezcla de placer y dolor es abrumadora

Carlos comienza a moverse con lentitud, sus manos firmemente colocadas en mis caderas mientras me penetra. Su voz baja y cargada de deseo llena la habitación.

—Eres tan apretada, princesa... —murmura Carlos, su tono lleno de lujuria y satisfacción—. Se siente tan bien dentro de ti.

Charles, todavía frente a mí, se une a los comentarios de Carlos, su mirada ardiente fija en mis ojos.

—Mira cómo la haces gemir, Carlos. —dice Charles con una sonrisa traviesa—. Me encanta ver cómo disfruta.

Los gemidos que salen de mi boca son una mezcla de placer y necesidad, mientras los dos hombres se turnan para hablar, aumentando la intensidad del momento.

—Sí, Ana, sigue así... —susurra Carlos, su ritmo aumentando gradualmente—. Eres increíble.

Charles me besa profundamente, sus manos recorriendo mi cuerpo con una mezcla de ternura y posesión.

Ride Or Die - Carlo Sainz,Charles Leclerc-+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora