Cuatro.

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Los rayos del sol atravesaban la gran ventana de la suite de los enamorados, era la última mañana que podrían gozar como pareja normal ya que Sasuke regresaría por la noche. Hinata suspiró y tapó su rostro con sus manos al sentir la calidez y luz que provenía de afuera. Naruto se había levantado al menos una hora antes para ir a comprar unas flores para su amada,  admiraba la belleza de aquella mujer sobre las suaves sábanas, contemplaba cada uno de sus rasgos incluso los más simples como sus jugosos labios rosados. Su mirada bajaba poco a poco por el cuerpo tan bien esculpido de la fémina. La esposa de Sasuke, su mejor amigo, yacía desnuda en su cama después de una noche llena de lujuria y pasión, sus pechos estaban al aire dándole una vista lo suficientemente buena como para excitarse.

"Joder." Pensó el rubio al sentir su polla dura como una piedra. Sonrió al ver a la chica despertar acercándose y besándola.

Hinata confundida pero reaccionando a su toque correspondió el apasionado beso de su amante.

Naruto quitó la sábana de seda que la cubría para acercarse a los senos grandes y de pezones rosados de su chica.

Se sentía tan bien follando a la esposa de su amigo. La amaba tanto que ya nada le importaba más que estar con ella y algún día por fin darle todo lo que merecía.

Hinata soltó un gemido mientras Naruto chupaba y mordía su pezones, era su punto débil y él lo sabía.

— Disculpa preciosa, necesito follarte.— La miró mientras depositaba unos besos en su abdomen para después bajar a su monte de Venus.— Vas a entregarte este exquisito coño rosado que tienes ¿Entendido?

— A-Así es cariño.— Afirmó Hinata con una gran excitación, sus muslos se mojaban de tan solo verlo entre sus piernas.— Por favor, come mi coño y fóllame Naruto.— La esposa del Uchiha abrió sus piernas para darle mejor vista al Uzumaki. Se sentía sucia al estar acostándose con el mejor amigo de su esposo, pero ella era feliz y la complacía de una forma exquisita en todas las formas posibles. Con Sasuke jamás pudo follar a gusto, todo era aburrido y monótono, incluso a veces sin su consentimiento.

Naruto depositó unos cuantos besos en sus labios mayores esponjosos. Le encantaba oler y sentir a aquella mujer.

— Mierda nena, estás tan húmeda. Chuparía tu coño gordo todo el día, es tan adictivo.— Hinata sonrió satisfecha, estaba tan llena, sentía su vagina humedecer cada vez más y sus paredes contraerse cada vez que el rubio lamía o chupaba aquel botón de placer rosado. Naruto decidió ir más allá e introducir sus largos y gruesos dedos en la chica mientras le otorgaba un buen sexo oral.
Hinata se estaba volviendo loca de placer.

— Oh, Dios... ¡Cariño se siente tan bien!— Jadeaba mientras apretaba su labio inferior, estaba aguantando con todas sus fuerzas el orgasmo.

— Tienes cara de que deseas que te rompa el culo y la vagina con mi polla.— Hinata sonreía y asentía mientras sus mejillas sonrojadas aparecían, le ponía tan caliente que le hablara sucio.— Debes pedírmelo, pequeña zorra. — Naruto se detuvo mientras tomaba la cara de Hinata en su mano depositando un beso e introduciendo su lengua en la boca de la señora  Uchiha. Ella extasiada por el momento, pedía que la follaran por lo que Naruto cuando estaba realmente convencido la tomó poniéndola en cuatro para observar el gran y gordo trasero de la peliazul adornado de una pequeña cintura mientras sus enormes pechos se dejaban caer hacia delante. De una estocada Hinata sintió el mismísimo cielo para ella. Suspiró de placer al sentir la polla del moreno mientras pedía más y más.

— Me encantas señora Uchiha.— Naruto se acercó al oído de Hinata para finalmente llenarla de su semilla al sentir a su querida apretar su polla con su vagina, indicándole el anhelado orgasmo.

𝑳𝒂 𝒆𝒔𝒑𝒐𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒂𝒎𝒊𝒈𝒐 | 𝑵𝑨𝑹𝑼𝑯𝑰𝑵𝑨 +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora