Bakugo katsuki y Izuku midoriya amigos con beneficios en su momento, pasarán por los 30 retos sexuales. Y quién sabes. Depronto terminen en algo más o terminen siendo nada...
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Mierda
ー Se están divirtiendo?
Pregunto sarcásticamente la señora Mitsuki.
Rápidamente ambos jóvenes se acomodaron en el sofá un poco nerviosos.
ー Venga, después hablamos de esto. Ahora vamos a comer.
Dijo la rubia mientras caminaba siendo perseguida por su esposo y la peliverde.
Ambos chicos se miraron y fueron detrás de sus padres, aunque para el pecoso iba ser un poco incomodo comer con ese short.
Comieron , charlaron y se dispusieron a hablar en la sala.
ー Bueno, es un poco tarde para que se vayan solos. Mejor quédense a dormir!
Dijo un poco feliz la rubia, y quién es el pecoso para decir que no?
[...]
Ya estaban acostados el cenizo y el pecoso en aquella cama a oscuras, aunque sin decirlo el cenizo estaba un poco caliente, al parecer una ronda de sexo no es suficiente para el.
ー Zuzu' por favor...
Dijo el cenizo con sus ojitos masajeando la cintura del pecoso.
ーKacchan. Aquí no. Están tus padres aquí al lado. ー susurro el pecoso alejando un poco a katsuki.
ー Ellos no nos escucharán.. están dormidos. ー dijo empezando a bajarle aquel short cortito del pecoso.
ー No! Vamos a dormir. ー dijo el pecoso subiendo de nuevo sus shorts, haciendo que el cenizo se acostara del otro lado de la cama sin abrazarlo.
Aunque el cenizo estaba enojado así se durmieron hasta el día siguiente.
Reto 016 Comienza!
Era el día siguiente y el cenizo estaba de manera seria acostado en el sofá mirando un programa de televisión.
Eran apenas las 8 de la mañana y el pecoso aún estaba durmiendo. Su madre y su suegra estaban de compras y su padre estaba en su oficina ya que le tocó hacer horas extras.
Aunque estaba un poco enojado el cenizo con su novio eso no fue impedimento para no hacerle un desayuno tierno.
Unos pancakes de formas de ositos y de corazón, junto a una malteada de fresa.
Aunque estaba sentado en el sofá con la televisión encendida no estaba prestando atención a nada, porque no sabía si levantar al pecoso o no.
Se armó de valor y fue le llevo su desayuno como buen novio.
Subió con la bandeja y abrió la puerta de la habitación.
Encontró a su pecoso en su escritorio arreglándose.
