Capítulo 16

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— Irene, llevas casi dos horas sin pestañar, ¿Te sientes bien? Desde que supiste que Rhory llegó es casi imposible que andes caminando sin que se te suban las alas.

—  ¿Qué? — Dije con una voz gutural.

— Te digo desde ya que tiene una pareja desde hace tres años, ¿ Te reenamoraste otra vez?

Negué rotundamente con un no, mire la ventana de la florería saludando a la señora Min, me refugio ordenando las flores y creando ramos olvidando el bochorno habladerio con mi hermana.

— Niñas, iré a casa vuelvo en un rato mas.

— Está bien, seguiré ordenando.

— Bueno yo me iré a buscar a Nawel para elegir los ramos de nuestra boda.

tomó el bolso  de manera anodina, despidiéndose de la misma forma, me regreso a la realidad con la cabeza llena de emociones, que de alguna manera no cedió en nada.

— Anochece más rápido— suspiro dulcemente — este cambio de hora afectará el cierre de la florería más temprana, por qué hace mucho frío y creo que lloverá toda la semana, hoy te prepararé una receta antigua.

La miré intrigada.

— Chocolate caliente italiano con algunas tortillas que tú prepararas.

— Pero, no se cocinar, ¿ Quiere que nos quedemos sin techo? — Dije nerviosa.

Melosa dejando los ramos en los espacios de relleno, mientras ella ordenaba, cambie mi actitud a una más amigable, tome un poco de agua , suspiro dulcemente enamorada de cada pétalo de rosas que aroma este día.

— Buenas tardes? — una voz temblorosa ce acerca —

Di la vuelta y cantarina respondí que aún estaba abierta la florería, saludando junto a una sonrisa cerrada.

— Quiero un ramo, para funeraria, de cinco flores blancas.

Nuevamente asentí, mientras construí íntegramente el ramo, mi alma se quedó en un hilo sumergible en recuerdos del fallecimiento de mi padre. Y no creo que sea bueno llorar en este momento.

— Falleció hace cinco años, estoy de visita en este lugar así que pasaré a ver la tumba, puedo pagar con tarjeta — señaló la tarjeta.

— Lo siento, solo efectivo, aún no carga bien la máquina.

— entonces, puedo ir a cambiar, ya vuelvo— se disculpó.

Esperé un poco bostezando adormecida por el frío que entraba, pero la chica volvió de la mano con Rhory, quién solo me miró algo anticuado.

— Aquí está — murmuró ella— ¿Aceptas propina?

— No, aquí no va eso — Exclamé sonriendo — Gracias por la compra, tengan un buen día.

— De casualidad estará la señora Mindy — pregunto con una actitud gélida.

— No — respondí Hostil — quizás mañana este el día entero, hoy está ocupada fuera del pueblo.

Ambos salieron de manera anodina, mientras yo me mantuve impostada despidiéndonos con las manos.

¿Qué me haces sentir?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora