¿Qué me haces sentir?

Capítulo 19

Al llegar a la ciudad casi de madrugada me mire al espejo del auto pensando, que es muy rápido y completamente rara mi "relación" con Rhory, viéndolo desde el punto del pasado mi madre también vivió una relación rápida para después terminar destruida.

— ¿Que paso?

—Me gustaría pedirle disculpas pero ella no me quiere ver.

— ¿A quién? Pregunta desconcertado.

— A mi mamá, me he portado mal con ella, tanto así que no me debe nada.

— Ella siempre se mostró indiferente contigo, para que le vas a pedir disculpas si ella no te cuido mucho.

Hizo un click, de cierta manera tenía hasta razón, pero nunca entendí del porqué, siempre intenté hacer lo que ella me pedía, cuando.

— Cuando eras pequeña llorabas mucho, mi mamá te cuido ya que a tus padres se les acomodaba mejor para trabajar. — Tomó la botella de agua — pero te dejaban incluso semanas en casa.

— ¿Qué dices? No lo recuerdo.

— Estabas pequeña¿Cómo lo recordarás ahora? — Río.

Se bajó para darme la mano y caminar juntos hasta llegar al hotel, para dormir un rato ya que el viaje fue más largo de lo que esperaba.

— ¿Crees que sólo sea hija de mi padre y no de mamá?

Se puso algo nervioso evadiendo mi respuesta

— deberías soltar un poco tus miedos, por qué no vas a un profesional, te puedo ayudar a buscar.

— No estoy loca, solo fueron comentarios al aire del pasado.

Me soltó deteniéndose frente a mí.

— No se trata de estar loca, la finalidad es poder sanar con ayuda de terceros, pueden orientar a manejar lo que necesites, no tienes porque irte a la defensiva.

— No hablaré más de esto.

— Irene — llamó resoplando — es vital ayudarse para estar bien, si no quieres abrir las heridas del pasado debes soltarte.

— ¿Me lo dices tú? Quien fuerza las personas de su pasado para continuar con la tuya.

— Yo no he forzado nada, esto simplemente se está dando, ¿Quieres mezclar peras con manzanas? No lo hagas.

— Que no haga qué, si eres un patán pulgoso, que sólo busca a las personas para estar un rato, después las desechas y las tratas como si no existieran.

Mis puños estaban cerrados con lágrimas en los ojos por la rabia que tenía.

— ¿Entonces, porque me aceptas? — pregunta con voz serena.

Dió la vuelta para caminar hacia la carretera, más lejos iba de lo que pedía, sabía que era mi respuesta porque tenía una dichosa gana de estar junto a él pero no está dando respuestas, ¿Acaso, me estoy volviendo una persona egoísta, que busca placer? Estoy volviendo a mi adolescencia, y eso no es bueno, no quiero estar sola, ni cometer el mismo error que cometí yéndome de Italia.

Saben, Irene oculta algo muy grande. 🫠